Hoy quiero hablar de un tema que me afecta profundamente, llevo pensándolo hace tiempo y tengo ganas de expresarme por la cantidad de noticias que han salido en los medios los últimos días. ¡ESTOY INDIGNADA! El acoso y el maltrato ¡no son un chiste! Es un problema serio, que atormenta a miles de personas en el mundo. Estoy totalmente frustrada de ver la sociedad en la que vivimos.
La noticia de los últimos días es el caso de Eileen, una actriz colombiana que fue brutalmente golpeada por su pareja. Veo en redes sociales comentarios de hombres y mujeres que la culpan a ella, afirmando que “seguramente es la responsable por meterse con un hombre así”, e interrogando “¿Quién sabe ella que estaba haciendo o qué fue lo que hizo para lograr que su “novio” reaccionara de esa forma?” Aún peor, hay otras personas que afirman que son “simples moretones nada más”.
Además, algunos medios han declarado que los hechos son confusos y preguntan, ¿por qué después de 2 meses fue que salió todo a la luz? Una usuaria de redes sociales comenta que Eileen “estaba resentida con el hombre porque después del incidente, él no fue de rodillas a rogarle que volvieran”. ¿Qué tan mal se puede estar para justificar una golpiza de tal magnitud?
Otro caso de abuso sexual contra una mujer ocurrió hace pocos días en el Transmilenio. Un usuario, manoseo varias veces a la víctima, y al ver que la víctima no ponía resistencia alguna, decidió meter la mano en el pantalón de ella. De seguro el usuario pensaba que ella estaba disfrutando de este repugnante acto. Ante semejante acoso, la señora decide golpearlo, grabarlo y denunciarlo frente a todo el mundo. Este caso no movilizó a absolutamente nadie. Las personas en ese lugar ignoraron la situación, no dijeron ni hicieron nada. Todo lo contrario, otro usuario le reprochó a la víctima por ser tan “escandalosa”. ¡Bonito así!
Ni hablemos del obispo que manoseó a Ariana Grande en el funeral de Aretha Franklin. Según el obispo, él no tenía intención de tocarla, simplemente quería ser amable y apretar un par de veces. Igual ¿qué importa no? Ariana ni debió sentir nada porque su pecho es como su espalda, Que chiste tan divertido. Además con ese vestido corto, de seguro quería provocar.
Y sí, es esta la sociedad en la que vivimos. Una sociedad donde la víctima es la culpable de lo que sea que le pase. Una sociedad donde estos temas indignan a las personas y no es por la gravedad del asunto, sino porque según ellos, no es un tema al cual se le deba dar importancia. Una sociedad en donde si buscas ayuda te ridiculizan y te humillan porque estás exagerando, porque un golpe, una manoseada, un piropo o un insulto ¡no es nada!
Estoy cansada… cansada y frustrada de tener que vivir en un mundo llena de miedos. Y no solo miedo al agresor, porque no es el único culpable. Miedo a aquellos que no nos apoyan, que no nos creen, que nos tildan de mentirosas y “showseras”. Personas que hacen chistes al respecto o juzgan sin saber que tipo de infierno pudimos haber vivido.
A pesar de mi indignación y la gran tristeza que me causan todas estas noticias, me llenan aún más de fuerza para seguir luchando para poder lograr un cambio, para que se haga justicia, para que los problemas en donde estamos involucradas se vuelvan importantes. Pero sobretodo, para que no existan más miedos. Así que, aquí estamos y aquí estaremos juntas comprometidas por un mismo propósito, porque si se meten con una, se meten con todas.
Estudió diseño de modas en The Art Institute of New York en donde se graduó con honores.