No es solo bajar impuestos

Las fluctuaciones recurrentes o ciclos económicos en la actividad económica han sido objeto de estudio por un sin número de economistas. Keynes denomina la necesidad del gasto público para romper el estancamiento secular y potencializar la demanda. Schumpeter creía en los procesos de innovación para alterar los flujos circulares del dinero.

Solow involucro la tecnología como el principal motor de crecimiento económico, por encima del capital y el trabajo. Actualmente se ha llegado a consensos donde se requiere innovación, inversión, tecnología, potencialización del capital humano, reducciones impositivas, apertura de comercio internacional, entre otras variables, para romper los ciclos económicos y generar crecimiento y desarrollo.

Según el Banco Mundial se deben generar regulaciones y crear fundamentales para promover el sector privado y el desarrollo económico, reducir impuestos solamente es un ítem entre 11 que propone el informe Doing Business. En 2017 se realizó especialmente un informe para Colombia, en donde el pago de impuestos es solo uno de los cuatro ítems que trae consigo Doing Business en Colombia.

En Colombia, la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI) ha recalcado constantemente que una reducción de impuestos a las empresas genera un sistema competitivo, que promueve la inversión, genera empleo y por ende un crecimiento de la economía. La ANDI se basó en que Colombia retrocedió 6 puestos en el Doing Business 2017, precisamente por el tema impositivo, que rodea una tasa efectiva de tributación de 70%.

En el ante proyecto de la reforma tributaria de 2016, el Gobierno propuso bajar la tarifa impositiva de la renta al 34% para 2017, 33% para el 2018, y 32% para el 2019. Sin embargo, los rumbos políticos que se afrontaron en el Congreso hicieron que quedara en 40% para el 2017, 37% para el 2018, y 33% para el 2019. Hoy el Gobierno tramita en la Ley de Financiamiento que quiere bajar la tasa al 30% para el 2019, con los mismos argumentos de la ANDI.

Romper el ciclo económico y un raquítico crecimiento que tiene Colombia, puede generar la necesidad de aprobar la Ley de Financiamiento, para poder avanzar en el frente de tributación empresarial. Sin embargo, la realidad es que Colombia tiene seguir realizando una serie de reformas en diferentes frentes, como la formalización, acceso a la financiación, aprovechamiento de los tratados de libre comercio, reducción de costos logísticos, e inversión en investigación y desarrollo.

Hoy Colombia vive en una inestabilidad jurídica y tributaria, en donde cada 2 años se están cambiando las reglas de juegos para las empresas. Existen incentivos perversos para que los empresarios se resguarden en la informalidad. Según el Foro Económico Mundial, Colombia requiere mejorar la capacidad de innovación, adaptar aún más las tecnologías de la información y comunicación, y fortalecer el institucionalismo nacional para ser más competitiva en un escenario mundial.

Por último, en un escenario totalmente globalizado y nublado por el populismo, la creación de rutas hacia la prosperidad y generación de oportunidades cada vez requieren de mayor interés. Aumentar la inversión social para la inclusión y movilidad de las personas entre sí, es una apuesta urgente para reorientar el institucionalismo a una convergencia con la Cuarta Revolución Industrial, en donde según Andrés Oppenheimer, para el 2030 el 50% de los empleos existentes hoy en día, ya no estarán.

Jorge Iván Cárdenas

Economista de la Universidad de la Salle. Asesor político con experiencia en campañas y relaciones legislativas. Experto en riesgos financieros y regulación bancaria a través de investigaciones económicas.