En Colombia, es posible que haya un crecimiento de la llamada industria tecnológica dedicada a la creación de Apps. Este mercado, es en su mayoría de PYMES. Pero, un verdadero progreso tecnológico se daría con “Start Ups” llamativas que llegaran a cotizarse en Sillicon Valley, éstas prometerían algunos millones de pesos.
El solo hecho de tener acceso al Internet abre una amalgama de posibilidades de infinitos colores y sabores de la información. Algunos se preocupan por las “fake news” olvidando que, Internet brinda democracia. Dejando de lado que el Internet permite que cualquier usuario pueda subir, verificar, comparar, editar y juzgar contenido.
Tan duro ha sido el golpe de tal acceso en cualquier lugar del mundo, que muchos optaron por estudiar de forma virtual. Sea de manera autodidacta o a distancia en aulas virtuales. Rompiendo así, viejos paradigmas sobre la educación del siglo XIX, basada en un modelo presencial lento, aburrido ,en donde el hermetismo reina y el costo económico es bastante alto.
Hasta este punto, espero que cada uno de ustedes haya abierto un poco más los ojos. Es decir, ¡tenemos ante nosotros las puertas del conocimiento desde aproximadamente 50.000 pesos Colombianos al mes! (Cifra promedio del plan más económico de Internet en Colombia).
Ahora bien, ¿Qué propongo?
Navegando rápidamente en la red, podríamos encontrarnos con pequeñas comunidades más parecidas a sub mundos. Compartir información es su misión. Estos son: grupos de Facebook y WhatsApp, que han sido conformados por serias y estrictas reglas para poder permanecer en estos.
Los colombianos deberíamos tener iniciativas de reunir por estos medios a gremios del conocimiento. Dichos gremios deberían incentivar el verdadero desarrollo tecnológico que no solo busca hacer crecer el producto interno bruto del país. Sino que también, busca el beneficio de una sociedad orientada al crecimiento tecnológico.
“Un país que no invierte en tecnología, es un país condenado a desaparecer” Doctor Jorge Reynolds Pombo. Inventor del marcapasos.
Futurólogo sonoro y Transhumanista.
Apasionado por buscar métodos para recrear cualquier tipo de sonido lo han llevado a la incógnita de ¿Cómo suena el futuro?
Encontrando que la tecnología es la mejor herramienta que podrá crear una sociedad adaptada y próspera. Comparte sus ideas y promueve el desarrollo de soluciones basadas en avances científicos.