Esta semana se viralizó un audio por redes sociales en el que una reclusa de la cárcel el Buen Pastor de Bogotá, a través de una llamada telefónica buscaba estafar a un ciudadano. Sin embargo, contó con la sorpresa de que la otra persona era un recluso del centro penitenciario de Girardot. Aunque el hecho fue jocoso para algunos, esto demuestra que las cárceles son universidades del crimen.
Actualmente en Colombia hay déficit de cárceles, pues hay 126 establecimientos para atender a más de 100 mil presos, esta situación ha provocado que el hacinamiento llegue al 25%. Además, la corrupción y la falta de una reforma a la justicia ha contribuido a la permanencia del delito, el 78% de la reincidencia ocurre dentro de las cárceles, lo que dificulta la resocialización de los delincuentes.
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Fuente: INPEC
Debido a las reiteradas denuncias por extorsión, provenientes de las cárceles el INPEC presentó la “operación dominio” como estrategia para desmantelar las bandas delincuenciales. En el marco de esta se dio a conocer el nombre de 30 criminales que continúan extorsionando a empresarios, comerciantes y personas del común.
Asimismo, se reveló que son integrantes de estructuras criminales como los Rastrojos Costeños, los de la Inmaculada de Tuluá, de los cebolleros de Ibagué y estructuras solamente dedicadas a la extorsión. De acuerdo con los reportes del director del INPEC, en lo corrido del 2023, se han incautado más de 20 mil celulares en las cárceles.
¿Cómo se debe mitigar la criminalidad en las cárceles de Colombia?
Durante este gobierno se ha discutido la importancia de alcanzar la paz. No obstante, alcanzarla requiere que exista justicia y una reforma a los centros penitenciarios, los cuales se han convertido en lugares para perfeccionar los delitos. De igual forma, este Gobierno no puede premiar a la criminalidad y proponer estrategias como la “Ley de Sometimiento”, que permitiría la libertad de más de 3 mil reclusos.
Por lo anterior, desde Ante Todo Colombia consideramos necesario la implementación de las siguientes estrategias para que las cárceles sean lugares de resocialización y justicia:
- Crear un modelo que rija los patrones de conducta y actuación de los presos. Ellos deben ser tratados con humanidad, pero con severidad. De igual manera, es necesario la construcción de más cárceles donde la seguridad, el trabajo, la resocialización y la lucha contra la corrupción sean los pilares.
- Dentro de las cárceles es necesario implementar un régimen en el que los presos estén uniformados y tengan la obligación de trabajar para mantener su estancia. Esto haría que las personas salgan de estos centros de reclusión adquieran valores y disciplina.