El sistema penitenciario colombiano y las cárceles han dado de que hablar por sus numerosos problemas. El hacinamiento, la reincidencia, la corrupción y la falta de una reforma han hecho que este se convierta en un escenario para fortalecer el crimen y no promover la resocialización.
El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) cuenta con 132 cárceles en 28 departamentos del país. A pesar de cada una de estas tiene características diferentes, comparten los problemas mencionados . Por ello, la reforma al sistema penitenciario debería ser una prioridad.
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¿Por qué en el sistema penitenciario abunda la corrupción?
En varias oportunidades el INPEC se ha visto envuelto en casos de corrupción. Situaciones como la fuga de alias Matamba, el caso de Aida Victoria Merlano, quien le pego a una guardian por quitarle un celular, y los videos revelados del Negro “Ober” cabecilla de la banda delincuencial ‘los Rastrojos costeños, quien amenazó a comerciantes, dejan al descubierto las inconsistencias que se presenta en el sistema penitenciario.
De hecho, el ingreso de celulares, computadores, bebidas alcohólicas, electrodomésticos, y drogas ha sido el pan de cada día en los centros de reclusión. Por eso, entre los años 2017 y 2018 fueron detenidos 120 funcionarios del INPEC involucrados en actos de corrupción.
Lo anterior, contribuye a que los reclusos sigan delinquiendo dentro de las cárceles pues según datos del INPEC en 2023 la reincidencia intramural es de un 76%.
Por tanto, es necesario reformar el sistema penitenciario para que los reclusos sean tratados con humanidad, pero con disciplina. Es decir, las cárceles se conviertan en sitios de resocialización y no en universidades para el crimen. Asimismo, se deben construir más centros penitenciarios que eliminen el hacinamiento.
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