Mucho se ha discutido en Colombia al respecto de las problemáticas que aquejan el país, es tema de conversación en los medios nacionales cuáles pueden ser las posibles soluciones a los desafíos que enfrenta la nación. Pero hay un punto en común en el que todos coinciden: la corrupción no solo es una de las principales problemáticas, sino la que más aqueja al país en la actualidad. Con un antecedente histórico que no es alentador, la corrupción ha logrado permear todos los espacios del estado, todas las entidades públicas y todas las ramas de poder.
Tenemos en la actualidad un sistema de gobierno presidencialista orientado en una republica constitucional que se manifiesta como un estado social de derecho, pero en la realidad las situaciones fácticas que definen la ejecución de la función pública para cumplir con los fines esenciales del estado, no se presentan. De esta manera, tenemos intransigencias de parte de las entidades para con los ciudadanos. Estos encuentran demora en sus trámites y de fondo no siempre una solución a sus reclamos. Poco a poco Colombia se ha convertido en un estado que implementa enormes cantidades de dinero en su funcionamiento, burocracia en general, pues, aunque tenga una gran cantidad de presupuesto para estos efectos no siempre se dan los resultados esperados.
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Para el año 2022, el presupuesto general de la nación asciende al monto de 350, 4 billones de pesos y 69,6 serán destinados a la inversión. Otra parte se destinará al servicio de la deuda y otra al funcionamiento. Colombia es un estado profundamente costoso e ineficaz, basta dar una mirada a la cantidad de derechos de petición represados en la diferentes entidades públicas, la falta de funcionarios públicos en algunas otras, entre muchos otros factores que hacen que la operabilidad del estado sea lenta.
Además, la administración pública en Colombia debe tener una renovación digital con implementación estricta de nuevos modelos que permitan la amigabilidad con los ciudadanos, pedagogía y agilización en los trámites públicos. La formación de los servidores públicos también juega un papel fundamental hacia el camino de una administración pública eficaz y sin corrupción, el fortalecimiento de las sanciones contra los delitos contra la administración y la fe pública. Las carreras administrativas y los concursos de méritos deben brindar las garantías temporales para no tener que acarrear tantos funcionarios en la modalidad de provisionalidad; En general, Colombia debe tener una mirada profunda hacia el funcionar de su estado, en su integralidad, para mejorar, para ser mas eficaz.
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