Este año la justicia colombiana se ha
destacado por tomar decisiones nefastas que han generado un rechazo por parte
de la mayoría de los colombianos sobre este poder del Estado. Nos ha tocado ver
cómo la JEP permite que delincuentes reconocidos por su peligrosidad, se pasean
por Colombia sin ninguna consecuencia, sin ni siquiera responder ante las
victimas, como es el caso de Ivan Márquez y El Paisa. Igualmente, fuimos
testigos de una escena dantesca con el caso del narco Jesús Santrich. La JEP, La
Corte Suprema han sido protagonistas de estas decisiones que nadie entiende y
que ponen en evidencia una pasividad contra los delincuentes más grandes del
país y contra los delitos que más afectan a los colombianos.
Como si fuera una competencia de
quien toma la decisión más errada o que más afecte a los colombianos, la Corte
Constitucional se sumó a esta carrera y sin titubeos, al tumbar el consumo de
dosis mínimas ante espacios públicos, se puso en los primeros puestos de
decisiones por parte de la justicia que más favorecen a los delincuentes y
afectan a los colombianos. La Corte prefiere ver drogadictos y alcoholicos en
los pocos espacios que tienen los niños colombianos para su recreación, como lo
es un parque.
Las zonas aledañas de los colegios de
sus hijos, que hoy en día se ven en peligro por los jíbaros que los acechan,
podrán ser escenarios donde los drogadictos consuman sus sustancias sin ningún
problema y esos ejemplos los verán sus hijos. Para la Corte, el libre
desarrollo de la personalidad de unos drogadictos o alcohólicos está por delante de los derechos de los
niños.
Este escenario, más que preocupante,
deber ser rechazado por los ciudadanos. No es posible que los parques pasen de
ser un espacio para la recreación de nuestros niños, a un lugar para el consumo
de sustancias que acaban con la vida de un ser humano. ¿Qué clase de ejemplo va
a tener el futuro de Colombia? Tristemente será muy negativo. Tan negativo que
ya contamos con candidatos permisivos que proponen calificar parques para
drogadictos y alcoholicos o poner un horario donde se puedan consumir drogas en
estos sitios.
Cómo ciudadano respeto las decisiones
de la justicia, a pesar de ser adversa al bienestar ciudadano. Pero como
ciudadano también, no descansaré de
manifestar y reclamar antes esta justicia que respete los derechos de los niños
y de las familias. Los pocos espacios que tienen no pueden ser vulnerados de
esta forma. Por eso debemos buscar todos los medios posibles y legales para
frenar esta absurda y peligrosa decisión de esta entidad judicial. Una de las
herramientas que tenemos y a la cual me sumo, es a la propuesta realizada por
el presidente Uribe, quien con mucha razón solicita que seamos los colombianos
quienes decidamos este próximo 27 de octubre en las elecciones locales, sobre
la prohibición del consumo de drogas en espacios públicos. Los papás y mamás
están igual de preocupados y entendiendo
su preocupación, hay que buscar todos los mecanismos para proteger a sus hijos.
Los espacios públicos, especialmente parques y calles cercanas a colegio son
sagrados y los tenemos que proteger.