En Colombia, el número de madres solteras va en aumento. Según las cifras que ha entregado la Encuesta Longitudinal Colombiana, realizada por la Universidad de Los Andes, entre 2010 y 2016 el porcentaje de madres solteras pasó del 35% al 39% en las ciudades; y según datos del DANE del año 2017, el 56% de las madres colombianas son cabeza de familia, es decir, 12,3 millones de mujeres. A pesar de que es una cifra significativa, se esperaría que las madres solteras tuvieran mayores oportunidades laborales o mejor remuneración en sus ocupaciones. Aunque en realidad, ser madre soltera en Colombia es un verdadero desafío.
Según un estudio realizado por el Departamento de Economía de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, se estima que las mujeres reciben ingresos económicos mensuales inferiores al de los hombres en un 35,8%. La Organización Internacional del Trabajo y el Banco Mundial han demostrado que la desigualdad entre hombres y mujeres también se da en las labores de cuidado, pues las mujeres generalmente tienen a su cargo el cuidado de sus hijos pequeños, adultos mayores, enfermos, entre otros. Esta situación, conlleva a que las mujeres y en especial a las que son cabeza de familia, tengan que elegir, entre un trabajo bien remunerado, pero con poca flexibilidad en los horarios para cuidar de sus hijos o un teletrabajo que le permita estar con ellos, pero cuya remuneración no es suficiente. Lamentablemente, existen casos- muchos a decir verdad- que por el nivel educativo de la madre y la falta de oportunidades, éstas deben tomar trabajos mal remunerados y con largas jornadas laborales.
El problema de las madres solteras no termina allí. Muchas de ellas deben afrontar procesos en tribunales y conciliaciones que no funcionan con los progenitores de sus hijos, quienes les otorgan unas cuotas alimentarias irrisorias o desaparecen para no asumir su responsabilidad. Sin embargo, el pasado cuatro de abril, la Comisión Primera del Senado aprobó que se incrementara la cuota alimentaria. Es decir, que la cuota no sea inferior a los 260.000 pesos. Se espera que el proyecto sea aprobado en segundo debate. Recordemos que según los datos presentados a la Comisión Primera, eran 100.000 los demandados por inasistencia alimentaria hasta finales de 2017. Es posible que esa cifra sea mayor porque no todas las madres denuncian.
Ser madre soltera no es una tarea fácil. Y menos cuando hay desigualdad laboral, falta de oportunidades y vacíos legales que no las benefician, ni a ellas ni a sus hijos. Ojalá, las brechas de género que afrontamos en Colombia se puedan saldar. Ojalá, que se den incentivos a las empresas que flexibilizan el horario laboral para las madres. Ojalá, que aquellos padres irresponsables que han abandonado a sus hijos, deban responder por ellos. Y espero que por fin todos reconozcamos con acciones, una labor tan importante y esencial en cualquier sociedad, como lo es la de ser mamá.
Maria Alejandra Ramírez Jaraba. Con disciplina y amor se logran las metas. Internacionalista