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Cuando hacer empresa es también hacer futuro

Colombia ha sido históricamente un país de emprendedores, quienes han llevado sobre sus hombros gran parte del crecimiento económico, la lucha contra la desigualdad y la generación de riqueza en un contexto marcado por la violencia. Hoy en día, el tejido empresarial colombiano está conformado por más de 1,54 millones de empresas registradas, de las cuales el 94,2% son microempresas (Portafolio, 2024).
Las empresas son los principales actores de la vida económica del país. Generan empleo, facilitan el intercambio de bienes y servicios, y son pilares del financiamiento estatal a través del pago de impuestos. El modelo fiscal colombiano se sustenta en gran medida en el aporte empresarial, que contribuyó en 2024 con $227,41 billones de pesos en impuestos como IVA, renta y renta corporativa (La República, 2024).
Sin embargo, el papel de las empresas trasciende lo económico. Al igual que el Estado o la iglesia, las empresas tienen un rol que impacta las dimensiones sociales, políticas y ambientales, ya sea de forma positiva o negativa.
Esta columna explora un rol menos visible pero fundamental: el de las empresas como agentes de transformación social. Se abordará el concepto de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), algunos enfoques que orientan su acción y ejemplos que demuestran su importancia para el desarrollo de Colombia.


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La responsabilidad social empresarial: Una manera diferente de responder a los problemas

Cuando se habla de soluciones a problemáticas sociales, se suele pensar en el Estado, que actúa mediante la formulación, implementación y evaluación de políticas públicas. Estas requieren tiempo, recursos y visibilidad en la agenda pública. Como resultado, muchas veces se priorizan problemas de gran escala, dejando de lado otras necesidades igual de urgentes, pero menos visibles.
En este escenario, el sector privado ha asumido un papel más amplio que el de generar riqueza, empleo o utilidades. Según las Naciones Unidas (2015), las empresas desempeñan un rol clave para el cumplimiento de metas ambientales, sociales, laborales, industriales y en la garantía de derechos humanos.
La RSE se entiende como un ejercicio voluntario mediante el cual las empresas asumen compromisos sociales que van más allá del cumplimiento legal (Haro & Arévalo, 2018). A partir de ella, las organizaciones desarrollan iniciativas bajo distintos enfoques:
Instrumental: La RSE como herramienta para mejorar competitividad y reputación.

  • Político: Las empresas como actores que contribuyen a la gobernanza y al bienestar colectivo.
  • Ético: Enfocado en principios como la justicia y los derechos humanos.
  • Integrador: Promueve la inclusión activa de los grupos de interés (stakeholders) en la gestión empresarial.

Estos enfoques permiten a las empresas impulsar proyectos de diverso tipo: ambientales, laborales, educativos, de infraestructura, de participación comunitaria, entre otros. Un aspecto clave es que estas acciones se desarrollan desde un enfoque de diálogo horizontal con las comunidades, consideradas como socias del desarrollo empresarial.


La RSE en Colombia:

La RSE en Colombia inició hacia la década de 1950, influenciada por corrientes liberales y socialdemócratas de posguerra, que promueven el compromiso social de los actores económicos. Uno de los hitos fundacionales fue la creación de la Fundación Carvajal por Manuel Carvajal Sinisterra, enfocada en el desarrollo social y educativo del Valle del Cauca.


En la misma época surgieron las Cajas de Compensación Familiar, entidades creadas para mejorar la calidad de vida de los trabajadores y sus familias (Olano, 2014). Estas ofrecen servicios educativos, subsidios, capacitación laboral y cuidado infantil.
Hacia finales del siglo XX, la RSE se fue institucionalizando. Las empresas empezaron a crear fundaciones propias para canalizar sus acciones sociales de manera más estructurada. También ganó relevancia

Hacia finales del siglo XX, la RSE se fue institucionalizando. Las empresas empezaron a crear fundaciones propias para canalizar sus acciones sociales de manera más estructurada. También ganó relevancia la adopción de estándares internacionales y el enfoque del desarrollo sostenible.

Desde el año 2000, la RSE se ha alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y con estándares como la ISO 26000, integrando principios de ética, derechos humanos, medioambiente y gobernanza a los modelos de negocio.

Empresas como Bancolombia o Alpina han liderado esta transformación, impulsando programas de educación, nutrición y sostenibilidad ambiental como parte integral de su estrategia.

Organizaciones como Bancolombia y Alpina ejemplifican esta evolución, implementando programas que promueven la educación, la nutrición y la sostenibilidad ambiental, consolidando su compromiso con la RSE como parte integral de su estrategia empresarial (ver gráfico 1).

Gráfico 1 Empresas que más invierten en la RSE en Colombia

Tomado de: Merco. (2024). Ranking Merco Responsabilidad ESG Colombia. https://www.merco.info/co/ranking-merco-responsabilidad-gobierno-corporativo

Ejemplos emblemáticos de RSE en Colombia

  • Alquería, mediante la Fundación Enrique Cavallier, impulsa el programa Escuelas Transformadoras, que ha fortalecido a más de 150 escuelas rurales y mejorado las condiciones laborales de los docentes.
  • Argos, en el ámbito ambiental, ha implementado programas de rehabilitación de canteras, acceso a vivienda digna y proyectos productivos para comunidades cercanas a sus plantas.
  • Ecopetrol lidera el proyecto Entornos Protectores, enfocado en prevenir la violencia intrafamiliar y promover ambientes seguros para la niñez, en alianza con comunidades y organizaciones civiles.

Hoy más que nunca, las empresas son protagonistas del desarrollo social, ambiental y económico del país. En un entorno donde los desafíos públicos superan con frecuencia la capacidad de respuesta del Estado, el sector empresarial ha demostrado que también puede y debe contribuir al bienestar colectivo. La Responsabilidad Social Empresarial no es un acto caritativo, sino una apuesta estratégica por una forma de gestión que equilibra el beneficio económico con el impacto positivo en su entorno. Es una manera moderna de entender el rol empresarial: más allá de producir bienes y servicios, implica construir comunidad, generar confianza y abrir oportunidades.


La evolución de la RSE en Colombia muestra una creciente madurez del sector privado, que ha pasado de acciones filantrópicas aisladas a incorporar la sostenibilidad y la ética como principios rectores de su operación. Las empresas que integran estas prácticas no solo obtienen ventajas competitivas, sino que fortalecen su legitimidad y cercanía con la ciudadanía. Al promover la equidad, cuidar del ambiente, invertir en educación o proteger a la niñez, las organizaciones empresariales están ayudando a cerrar brechas históricas y a tejer redes de confianza fundamentales para el progreso.

Comprender a las empresas como aliadas del cambio social es una necesidad del presente. Colombia requiere actores que no sean indiferentes a su realidad, sino que actúen con responsabilidad, innovación y sentido colectivo. Hacer empresa en este país no es solo una actividad económica: es también un compromiso con el futuro, con la vida digna y con la construcción de una sociedad más justa y sostenible.

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