El lamentable atentado contra el precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay es un acto alarmante en el panorama político de Colombia. Pone en duda la democracia y revive fantasmas del pasado que vienen a atormentar a los colombianos una vez más. Este acto atroz no es un caso aislado, sino que la consecuencia de los discursos de odio y polarización política. Es por esto, que, en momentos tan oscuros para todos, tenemos que unirnos con un objetivo en común, la seguridad y protección de la democracia.
Polarización: la raíz de un país fracturado
El panorama político en los últimos 3 años ha sido un campo de batalla, en el cual el discurso al odio ha sido el protagonista y la principal arma. Todos los insultos y difamaciones que todos los bandos se han hecho solo causan que la sociedad se polarice y mire con desdén al que piensa diferente. La radicalización ha minado el tejido social y ha preparado el terreno para actos violentos que atentan contra la democracia. Por eso, en este contexto, la unión no es una opción, es una necesidad urgente para evitar la violencia política que atenta contra nuestras instituciones.
Cuando la historia advierte y no escuchamos
Colombia ya ha vivido escenarios parecidos a lo largo de su historia. Escenarios en los cuales el exterminio de figuras políticas con ideologías diferentes eran algo recurrente. Casos como el asesinato de Galán o Lara Bonilla en la época del narcoterrorismo. O más recientes, el atentado contra Carlos Pizarro nos muestra como el odio y la polarización política se convierte en violencia. La historia es maestra y la historia de Colombia nos enseña que cuando la diferencia se convierte en amenaza la democracia muere. Solo la unió permiten que la política no sea una sentencia de muerte.
La paz empieza por respetar al otro
Es por esto por lo que es fundamental que todos, lideres políticos, partidos, medios de comunicación y, sobre todo, los ciudadanos reflexionemos: ¿Es más importantes ganar unas elecciones a cualquier costo o preservar una nación en paz? Se tienen que construir puentes, apostarle al dialogo, dejar de lado la deshumanización de lideres con ideologías diferentes. La unión nacional no significa pensar igual, sino respetar y tolerar las diferencias, para que podemos alzar nuestras voces sin miedo a ser silenciados.
Sin unión no hay país
El atentado en contra Miguel Uribe Turbay tiene que indignarnos, tiene que dolernos, porque es un golpe que la violencia nos hace a todos. Que este momento nos ayude a poder elegir el tipo de país que queremos, un país en paz o uno dominado por la violencia. Se tiene que recuperar el valor de la palabra, del respeto y del encuentro en medio de diferencias. Sin unión, no hay democracia. Sin democracia, no hay país.

Estudiante de Ciencias Políticas y Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de la Sabana. Apasionado por las relaciones internacionales y las políticas nacionales enfocadas en seguridad.