Estamos acostumbrados a ver en las noticias muchos informes, cifras y “análisis” sobre los casos de violencia contra la mujer en el país. Pero nos quedamos con eso y seguimos con otra noticia o con la rutina ¿Dónde queda el verdadero valor de cada uno de los hechos si no hay ningún seguimiento?
La violencia ya es el pan de cada día en el país. Y convirtiendo estos hechos en números, deshumaniza el sufrimiento de las víctimas y hasta de su familia. Se han creado distintos organismos internacionales para mitigar la violencia de género. Son infinitos los movimientos sociales y feministas en pro de luchar en contra de la violencia hacia la mujer. Pero, nada se soluciona sin el acompañamiento y apoyo del Estado.
Colombia, durante los últimos 10 años, ocupaba el séptimo lugar de maltrato contra la mujer en Latinoamérica. Este año subió al quinto, vamos empeorando. Con respecto al continente, cada tres horas hay un feminicidio; el feminicidio no solo es el hecho de cometer un homicidio contra la mujer. También, tiene que ver con el hecho de que haya impunidad detrás del crimen. En Colombia, los feminicidios aumentaron un 6,7 por ciento de 2016 a 2017, según cifras de la Fiscalía General de la Nación. Para el 2018, se espera que la cifra aumente un 7%.
En lo que va del 2018, han sido más de 103.481 casos de violencia de género. Entre estos casos, se destaca la violencia perpetrada por la pareja, con 35.894 casos. Luego, vienen los casos de violencia intrafamiliar, con 33.372 casos, según el Instituto de Nacional de Medicina Legal. A estos, se suman los casos de tentativa de agresión, que son alrededor de 150. Así mismo, están los casos de violencia psicológica y económica. Estos casos, no son los hechos menos denunciados, pero sí más presentes en la sociedad colombiana.
De hecho, el informe reveló que de 10 casos que se presentan sobre maltrato en una relación de pareja, solo tres son denunciados ante las autoridades. “Las mujeres no denuncian por miedo, temen a ser revictimizadas y a que la gente las juzgue como responsables de la violencia que a ellas mismas las afecta”.
El arma de fuego, fue el mecanismo más usado para asesinar a las mujeres este año. Los elementos cortos punzantes fueron los segundos. Finalmente, están la asfixia y la utilización de un elemento contundente.
Estas cifras parecen no alarmar a las personas en comparación con las de hurto o corrupción. Pero hay que recordar que, no fue sino hasta 1990 cuando el mundo se dio cuenta de que la violencia contra la mujer era un problema social.
Es desde entonces, que se da abiertamente la lucha por los derechos de las mujeres. No solo por la presencia de movimientos sociales y feministas, también estuvo presente la presión de organizaciones y organismos internacionales. Así, se ha logrado que los Estados generen una normativa para la prevención, atención y erradicación de este problema social.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), recientemente definió la región de América, como “la más violenta del mundo para las mujeres”. En Colombia, las denuncias se incrementan en enero y mayo, y los domingos. Es decir, cuando las familias tienden a pasar más tiempo juntas en el hogar. El Día de la Madre, es el más violento del año, tanto, que algunas ciudades de Latinoamérica han prohibido la venta de alcohol al menos 12 horas.
Un informe de la Facultad de Derecho de la Universidad Libre, reveló que en 2018 se presentan alrededor de 50 casos de violencia contra la mujer cada día. La pregunta en este punto es ¿Por qué han aumentado los casos de violencia contra la mujer en el país? ¿Qué pasa con la normativa Colombiana que no mejora la situación? ¿En verdad hay garantías para cumplir los derechos de las mujeres?
La CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), en su informe anual, califica este panorama como “grave y de atención urgente”. En Colombia, el feminicidio fue reconocido con la Ley 1761 de 2015. Esta ley, es conocida como la Ley Rosa Elvira Cely, en homenaje a la mujer que fue golpeada, violada y empalada en un céntrico parque de Bogotá, el 24 de mayo del 2012.
Aún así, desde el 2012 hasta el 2018, la cifra ha aumentado un 4% anual. Desde el 2012, han aumentado los casos por impunidad y son cifras que solo develan los casos denunciados.
Casi que mensual, los periódicos nacionales sacan noticias con titulares “aumentan los casos de violencia contra la mujer”. Así, normalizan el aumento de las cifras. Ya que, deja la situación en números y deshumaniza el problema social. La violencia contra la mujer en Colombia, prende una alarma para el Estado por los derechos de las mujeres.
Esta situación, es cuestión de sensibilizar a los mismos funcionarios sobre la violencia hacia la mujer. El gobierno colombiano debe analizar las cifras. Éstas, no son solo para determinar un ranking regional, el cual da pena. Sino para sacar a la luz el problema social.
Están maltratando a nuestras mujeres y simplemente desviamos la vista. Capacitar a los funcionarios es primordial. Son ellos, los que se enfrentan a denuncias frente a este crimen. Son ellos, quienes deben dar respuestas con un enfoque diferencial, de derechos humanos e igualdad de género.
Estudiante de octavo semestre de Política y Relaciones Internacionales en la Universidad Sergio Arboleda en Bogotá. A lo largo de su carrera ha desarrollado trabajos e investigaciones de temas relacionados a Derechos Humanos, el rol de la mujer en la sociedad y el impacto de los movimientos sociales en la vida pública y política de un país. Líder de una ONG