Colombia, un país en el que se necesita empatía y sentido común, hoy es víctima del terrorismo y vandalismo como consecuencia de una bandera política llamada “abajo la reforma tributaria” pretexto para continuar degradando la sociedad, la económica, pérdida de vidas humanas, destrucción en bines públicos y privados, nuestros principios y valores y sobre todo nuestra libertad. Como respetuoso de los derechos fundamentales y verdadero ejercicio de los Derechos Humanos, de la democracia, la multiculturalidad, plurilingüismo, libre expresión, propuestas, puntos de vista diferentes, marchas – protestas pero con argumentos no con vías de hecho (delictivas, generadores de crisis e instrumentalización social, deconstrucción) elevo un llamado por nuestra nación.
Llamado para no seguir generando brechas sociales como consecuencia de la desinformación, estrategias políticas y terroristas que incitan al movimiento de masas de manera negativa. Evidenciado en las protestas que como derecho fundamental usted y yo tenemos, cambiaron su rumbo convirtiéndose en bloqueos, extorsiones y hasta secuestros de ciudadanos en sus propios hogares a la luz de la opinión pública, sin que exista una contundente reacción de la fuerza pública dado al desprestigio que ha tenido por sectores sociales y políticos, algunas ONG, personas y medios de comunicación a favor del fortalecimiento de dichas brechas. Se debe respaldar el obrar constitucional de nuestra fuerza pública, e investigar antes de señalar si hubo o no exceso de la fuerza.
Sobre el lenguaje inclusivo, la empatía y el sentido común
Ahora bien, seguimos “embobados” en manejar el “lenguaje incluyente-inclusivo” apropósito, estos días Francia siendo un país desarrollado lo prohibió oficialmente en la educación nacional por la grave afectación que tiene en su sociedad (Colombia debería seguir este ejemplo). Se dice que dicho lenguaje es tener “empatía” palabra de moda, que considero medio coercitivo para imponer y obtener lo que se pretende, ejemplo de ello son los llamados “lideres” del paro, “comité nacional del paro” y la “coalición de la esperanza” que proclaman empatía en cada una de sus declaraciones, levantándose del dialogo aludiendo “la falta de empatía del Gobierno” al no acceder a las imposiciones que pretenden, pero un momento ¿Quién los eligió para representar y negociar intereses generales en este tiempo del llamado “paro nacional”? eso sí me parece un dictadura.
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“se dice que dicho lenguaje es tener “empatía” palabra de moda, que considero medio coercitivo para imponer y obtener lo que se pretende”
Continuando con la palabra de moda y para ejemplarizar es no aceptación más si el respeto que una persona o grupo de personas manifiestan hacia un estilo de vida de otra u otras personas, donde quienes no comparten son tildados de “inconscientes y carentes de empatía” ¿acaso debemos aceptar todo lo que se imponga para estar a la moda o ser persona ejemplar lleno de “empatía”? Esto se refleja de igual manera al trato y señalamientos que se hacen hacia nuestra fuerza pública por parte de sectores sociales – políticos, medios de comunicación y demás de orden nacional, así mismo actores a nivel externo o la llamada comunidad internacional, donde por medio de organizaciones se entrometen en asuntos nacionales violentando nuestra soberanía y democracia, queriendo imponer modelos sociales, de gobernanza y manera de dirigir nuestro país. Es irónico, mientras bandidos tumban estatuas que denotan nuestra historia aludiendo que fueron “opresores o dictadores” si aceptan la imposición y mandatos de organizaciones y entidades internacionales ¿acaso no podemos solucionar nuestras diferencias sin tanto show mediático?
Carecemos de sentido común…
Sentido común que nos orienta a la forma racional y sensata de actuar frente a situaciones de nuestras vidas y del país, es decir, propuestas, argumentos constructivos en este caso orientados hacia una mejor realidad social, no nos orienta hacia una ideología o “líder” sino a escoger lo mejor de manera individual y colectiva. De igual modo, podemos evaluar lo que es bueno y malo… ¿o acaso no tenemos la capacidad de ver que las consecuencias del paro, vandalismo, terrorismo y toma de ciudades para destruirlas son muy contrario a lo que cada uno de nosotros quiere para nuestras familias y Colombia? No a lo que vemos hoy día basado en la “empatía” que es claramente la deconstrucción social.
Es inquietante cuando autoridades nacionales, medios de comunicación y en general caen en el juego del lenguaje inclusivo y no llaman al terrorismo como terrorismo, al vandalismo como vandalismo y condenar contundentemente el obrar delictivo por temor de ser señalados por la comunidad nacional o internacional (¿no se dan cuenta que el modus operandi es similar a los grupos llamados colectivos chavistas?). Ante la situación presente y futura de nuestra sociedad apliquemos el sentido común para seguir construyendo país, lo cual nos guiara a terminar con sesgos y sobre todo dejar de ser los “títeres” de unos pocos que pretenden acabar con nuestra democracia y riqueza humana, social, ambiental y demás que somos conscientes descuidamos últimamente a raíz de la desinformación, memes, redes sociales mal utilizadas y sobre todo perdida de pertenencia hacia nuestra historia y raíces.
Ya para concluir me permito reiterar ese llamado que al inicio de estas cortas líneas manifesté por nuestra nación, siendo más que todo la palabra de moda “empatía” sea una concientización, de sentido común en Colombia, que tenga su inicio en nuestros hogares y cultivemos el respeto y sentido común , igualmente para reflexionar “Que el proclamar de los Derechos Humanos (DD. HH) verdaderamente sea en su defensa y para todos. Que no sea una “proclama” para escudar, defender y justificar intereses políticos y/o personales, vandalismo, terrorismo, delincuencia organizada nacional y transnacional que de manera directa violenta Derechos Fundamentales y Derechos Humanos de terceros ajenos a dicha “proclama” individualista”. (M.F.Q.V.)
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Colombiano con idiosincrasia paisa y costeña – creyente en Dios. Abogado/Conciliador, Especialista en DD.HH y DIH (promotor y defensor). Inv. Judicial – consultor jurídico/político. Apasionado por ideas propias y ajenas generadoras de cambios positivos en la sociedad, niñez, educación, política, servicio social, medios de comunicación, FF.AA-PONAL y la construcción de un mejor país.