Es un secreto a voces que la justicia en Colombia ha fracasado rotundamente desde hace algunos años, con la entrada en vigencia de la constitución política de 1991 se pretendió renovar el país, esencialmente siguiendo el modelo de estado social de derecho, emanado de las revoluciones liberales y que mutaría en el tiempo para dar garantías a los gobernados, hoy ciudadanos libres, bajo el nacimiento de la figura de republica constitucional, pues bien, de los mas puros ideales de la revolución francesa y el estado propuesto por Montesquieu solo quedan estructuras profundamente degeneradas por la corrupción y golpeadas por un sistema Político-Económico que no busca el bienestar social, mas bien se ha encargado de convertirse en un estado corporativo que encuentra ganancia en la tercerización y privatización de todos los sectores sociales, la justicia no ha sido la excepción y en un país profundamente atrasado en desarrollo como Colombia se ha convertido mas en un dolor de cabeza que en la solución que tienen los ciudadanos a sus problemas.
El derecho propiamente dicho en Colombia, se compone de un sistema positivo que toma como ejemplo diferentes legislaciones mundiales para así armar las propias, asemejando situaciones y tratando de lidiar con una realidad sociológica decadente que el sistema de justicia se muestra incapaz de combatir.
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El excesivo poder concentrado en la rama legislativa aunado a los para nada rigurosos requisitos para convertirse en legislador han terminado por politizar la justicia, la legislación civil y comercial aun cuando sigue una tradición dogmática y bien fundamentada traída del derecho continental greco-romano se han ido convirtiendo poco a poco en obsoletas, los términos procesales no son cumplidos y hoy en Colombia tener un proceso judicial es un tormento, los mecanismos alternativos de solución de conflictos tampoco pueden hacer frente a la problemática que en general se vive en el país, todo el sistema penal se ha convertido en el nicho perfecto de políticos populistas, la falta de funcionarios tales como jueces, fiscales, procuradores hacen que el sistema sea ineficaz y demorado.
La tan ansiada justicia digital es apenas un intento muy tímido de cambio, definitivamente en materia de jurisprudencia, cualquiera de las altas cortes se encuentran contradicciones en muchos casos… Podríamos mencionar cuanto aspecto técnico propio tuviera lugar, sin duda seria muy extenso, solo podemos enunciar al día de hoy la decadencia de la justicia y ser testigos directos de ello, entre tanto trataremos de hacer lo propio en el medio para generar un cambio, pero valga decir, las personas que hoy creen en la justicia en Colombia son una especie de héroes que trabajan con las uñas y que son conscientes de que su anhelado fin último: La justicia, no va por buen camino, que el derecho debe cambiar y debe hacerlo de fondo, desde sus cimientos para que recupere su eficacia y su honorabilidad.
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