La generación de empleo será un reto clave para el próximo Gobierno. Tener una sociedad ocupada es vital para cualquier Estado. Cuando el ciudadano tiene la oportunidad de tener un trabajo digno y estable podrá desarrollarse plenamente y, por supuesto, mejorar su calidad de vida. También, permitirá que haya desarrollo a nivel colectivo, habrá movimiento en la economía y desarrollo del país. Por ello, la generación de empleo es un motor de desarrollo.
Ahora bien, ¿Por qué se habla de la generación de empleo como un reto?
Según datos del DANE, para el pasado mes de abril de 2022 la tasa de desempleo en el país estaba en el 11,2%. Por otro lado, según datos de la misma entidad la población que se encontraba ocupada informalmente fue del 43,4%. Si bien puede que estén recibiendo algún tipo de ingreso, la informalidad complica desde muchos aspectos el desarrollo, tanto personal como colectivo.
Teniendo en cuenta lo anterior se puede evidenciar que, aunque existe una cifra considerable de desempleo, la problemática actual más notoria es la informalidad. Si bien el porcentaje de informalidad bajó 3,4 puntos en comparación al mismo trimestre de 2021 aún hay un camino largo por recorrer.
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Abajo la informalidad, arriba la generación de empleo
Uno de los principales retos del próximo Gobierno será llevar a cabo una estrategia que permita formalizar el empleo de cientos de colombianos.
Actualmente, existe la ley 1429 de 2010 o la Ley de Formalización y Generación de Empleo. Esta tiene tres objetivos, el primero es formalizar tanto los empleos como las empresas que hoy operan de manera informal en el país. En segundo lugar, la generación de nuevos empleos. Por último, mejorar los ingresos de la población en condiciones de desventaja y de los empresarios.
Hay varias formas en las que opera dicha Ley, por ejemplo, a través de la generación de incentivos en las primeras etapas de creación de empresas.
Otro de los beneficios radica en que las pequeñas empresas nuevas y aquellas que venían operando sin matrícula mercantil no pagarán el impuesto a la renta en sus dos primeros años a partir del inicio de su actividad económica principal. En el primer año de su actividad económica principal tampoco pagarán el costo de la matrícula mercantil en las Cámaras de Comercio.
Lo anterior, es solo un pequeño ejemplo de los beneficios que otorga el Estado para que se lleva a cabo la formalización del empleo. Sin embargo, es importante plantear distintas estrategias para que dicha formalización y generación de empleo sea más rápida y eficiente. Una de esas estrategias es la inversión extranjera.
Por tanto, el próximo presidente debe tener claro que la inversión extranjera es un as bajo la manga y una prioridad para el desarrollo del país.
Incentivar la inversión permitirá que haya una verdadera generación de empleos en el país. Con todas y cada una de las empresas que lleguen a Colombia se abrirán cientos de oportunidades para los colombianos.
A partir de lo anterior, se podría garantizar nuevos puestos formales, bien remunerados y con todas las garantías para los colombianos. Y por supuesto, un desarrollo evidente para el país.
Desde Ante Todo Colombia reiteramos nuestro apoyo a la generación y formalización del empleo en el país. Por eso, proponemos:
1. Brindar estabilidad jurídica a la inversión nacional y extranjera a través de un Acto Legislativo. Los acuerdos de estabilidad que hoy tenemos han convertido al país en una colcha de retazos, compleja de entender.
2. Realizar entrega de recursos financieros a emprendedores a través de fondos de inversión y aceleradoras que tengan expectativa de retorno y capacidad técnica para canalizar y ejecutar los recursos de forma eficiente.
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