Cuando compartes un salón de clases con tus compañeros, uno no imagina por los obstáculos o situaciones dolorosas que han tenido que afrontar. A veces, de eso nunca lo sabes o te enterás mucho después y eso fue precisamente lo que me ocurrió. A María siempre me la encontraba por la universidad, la veía siempre sonriente y de muy buen ánimo, jamás pensé ni por un segundo por lo que había pasado, como dice el dicho: “Caras vemos, corazones no sabemos”.
Hace un tiempo comencé a vincularme con temas sobre la mujer, desde los aspectos más positivos de nuestro rol en la sociedad hasta las terribles injusticias que debemos afrontar en un país en el que persiste el machismo. Siempre he sido muy activa en redes sociales- en especial Instagram- tras la publicación de un vídeo hablando sobre el tema, María me escribió y me contó su historia:
Se había organizado una fiesta con las personas de la universidad, como toda fiesta hubo mucho alcohol y ella se embriagó, al día siguiente ni recordaba cómo había llegado a su casa, pero los recuerdos pronto aparecerían. Uno de sus compañeros había tenido relaciones sexuales con ella sin su consentimiento, la había violado. Recordar es lo más fácil, pero aceptarlo no lo era, y lo tuvo que hacer cuando aún no estaba preparada. Una de sus amigas se refirió a la situación en un grupo de Whatsapp, uno de sus miembros era quien la había agredido, esto la llevó a denunciar la situación y hablar ante la Universidad. Como los hechos ya habían ocurrido hacía un tiempo a nivel legal no habían muchas garantías. No obstante, la Universidad brindó su apoyo con asistencia psicosocial al igual que a su victimario. Ella tuvo que seguirlo viendo en sus clases y lo afrontó, pues no iba a permitir que le arrebatara su tranquilidad.
María me cuenta que no guarda rencor, que no fue un proceso fácil, pero que el apoyo de sus padres fue fundamental, la ayudaron y no la juzgaron como en muchas otras situaciones ocurre. Por ello, la invitación es a que brindemos nuestro apoyo a cualquier persona que haya pasado por este tipo de situación, así como a respetar la manera en que se quiere hablar del tema pues en el caso de María su amiga le forzó a hablar del tema, tal vez en el escenario menos adecuado y cuando ella aún no estaba preparada. A cualquiera nos puede suceder, por eso no juzguemos y seamos solidarias. Juntas somos más.
Maria Alejandra Ramírez Jaraba. Con disciplina y amor se logran las metas. Internacionalista