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Menos nacimientos en Colombia: ¿deberíamos preocuparnos?

El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en su último informe, reveló que la tasa de natalidad en Colombia sigue en descenso. En 2024, el número de nacimientos cayó un 13,7% en comparación con 2023. Además, la cifra es significativamente menor frente a años anteriores, en 2024 se registraron 445.011 nacimientos, mientras que en 2015 fueron 661.250, lo que representa una disminución del 32,7% desde uno de los picos más altos registrados en el país.

Aunque el descenso en la tasa de natalidad no es un tema nuevo, las cifras evidencian que la tendencia se ha acelerado en los últimos años. En 2022, el número de nacimientos fue de 573.625, pero en 2023 la cifra se redujo a 515.549, lo que representó una caída del 10,1%. Para 2024, la disminución fue aún más pronunciada.

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Consecuencias de la reducción de nacimientos en Colombia

La disminución de la tasa de natalidad en Colombia ha estado influenciada por diversos factores, como los problemas económicos derivados de la pandemia, la pérdida de empleos y el contexto social del país. Estos elementos han llevado a muchas personas a posponer o evitar el no tener hijos. 

Sin embargo, esta tendencia no solo genera preocupaciones sobre el futuro demográfico, sino que también tiene implicaciones en la economía del país, afectando el mercado laboral, el sistema de pensiones y la capacidad productiva a largo plazo.

Algunas de las consecuencias son: 

  1. Una menor fuerza laboral en el futuro podría afectar la productividad y el crecimiento económico de Colombia. Si la cantidad de jóvenes que ingresan al mercado laboral disminuye, el país podría enfrentar un déficit de trabajadores, lo que impactaría la competitividad y el desarrollo sostenible de la economía.
  2. Con una población envejecida, el Estado deberá destinar más recursos a la salud y aumentar los subsidios, lo que incrementará el gasto público. En el contexto económico de Colombia, esto podría generar mayores déficits fiscales y un aumento en el endeudamiento, afectando la estabilidad económica del país.
  3. Con un mayor número de pensionados y menos trabajadores cotizando, será necesario destinar más recursos para sostener las pensiones y los programas sociales, lo que podría traducirse en una mayor carga tributaria para las nuevas generaciones, afectando su capacidad de ahorro e inversión. Por ello, será fundamental implementar políticas que garanticen la sostenibilidad del régimen pensional y aseguren una cobertura adecuada para los colombianos.
  4. Con menos jóvenes ingresando al mercado laboral, habrá menos personas pagando impuestos, lo que reducirá los ingresos del Estado. Esto podría llevar al gobierno a aumentar los impuestos a la población activa, afectando la capacidad de los trabajadores y las empresas para gastar e invertir.

Ante esta problemática en Colombia, se deberían adoptar estrategias similares al Fondo Soberano de Noruega, que invierte los recursos provenientes del gas y el petróleo para proteger la economía. En el caso de Colombia, esta iniciativa podría funcionar como una medida de reserva financiera y un plan de ahorro para enfrentar futuras crisis, como la reducción de la tasa de natalidad.

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