En este momento estás viendo MUNDO DE PAPEL
Foto tomada de: https://www.dw.com/

MUNDO DE PAPEL

Como aquella serie de máscaras y donde planearon un hurto a través de los años, el cual fue calculado milimétricamente para soportar cualquier cambio inesperado que se llegare a presentar, donde logran penetrar una estructura que se pensaba era imposible de vulnerar debido a su avanzado sistema de seguridad y salir victoriosos con un botín, padeciendo zozobra, muertes y crisis emocionales fuertes en el encierro dentro de una casa de papel, así estamos en medio de la zozobra, con sensación de vulnerabilidad y esperando a que pasen las horas. 

Poco a poco se fueron derrumbando las grandes defensas, gobiernos, estilos de vida, barreras económicas y muchos factores más que pensamos no podían caer en pleno siglo XXI. Ahora el reto es buscar estrategias, alianzas y protocolos para combatir a ese enemigo invisible que nos secuestró en nuestros propios hogares sin que las autoridades puedan llegar a rescatarnos, y si, aquí estamos como una de esas series de moda que pasamos los capítulos si queremos llegar rápido al final, pero en esta, que es en vivo y en directo, no podemos pasar a nuestro antojo.

Es muy claro la nueva enseñanza en cada uno de los protagonistas de esta “serie”, es decir, usted y yo. Considero que la principal es el renacimiento del factor humano, el sentido social y la esencia misma de ser persona. Estamos llegando a un nivel de empatía que pocas veces ocurre, algo que las nuevas generaciones experimentan por primera vez y que nunca la encontrarían en una moderna y entretenida App. Volvimos a esa esencia y a esa empatía que, con el “agite” del día a día, olvidamos. En medio esta “serie” nos estamos liberando de la rutina, los problemas, las angustias y tanta indiferencia que nos llena el ego indistintamente del papel que usted y yo “ostentamos” en “libertad”.

Así mismo, hacemos un alto en nuestras vidas para disfrutar de cosas tan simples como ver el firmamento o degustar sensitivamente el sabor y el olor del almuerzo que por estos días hemos compartido con nuestras familias. Si, así como lo lee y lo escribí, familia, siete letras que conforman una fortaleza que poco a poco hemos reconstruido sintiéndonos seguros y resguardados en este “secuestro” mientras el mundo que veíamos indestructible lentamente flaquea, convirtiéndose en un mundo de papel.

Mientras tanto, la naturaleza se libera de sus secuestradores (usted y yo) y continua con su ritmo incesante, el planeta tierra toma un segundo aire para seguir soportando el comportamiento irracional del hombre consumista de hoy. Lo sentimos, lo percibimos: el aire se limpia, la capa de ozono se rejuvenece, los animales se pasean por las urbes de cemento, el mar en su majestuosidad percibe la calma de un cese de su contaminación habitual. Dando paso a una pista infinita de baile para sus habitantes que a las orillas toman el sol en familia sin temor alguno de ser atrapados por redes o ser sorprendidos por desadaptados que pretenden deleitar su sabor o simplemente tomarlos como “mascota” o “trofeo”.

Ya han pasado más de 96 horas” y continúa el aislamiento mundial, el cierre de fronteras y aplicación de medidas de seguridad y sanitarias para hacer frente a este enemigo invisible de la humanidad el COVID-19. Es preciso además crear nuevas rutinas, el reinventarnos y seguir disfrutando de las personas que tenemos a nuestro alrededor y las que no estén cerca a través de los mecanismos digitales de interacción, los cuales resultan ser liberadores y nos ayudan a evitar una crisis emocional.

Siguen pasando las horas y vemos como planes se esfuman por culpa de ese enemigo invisible, hacemos un nuevo alto en este capítulo y recordamos que existe un ser supremo, una familia y lista de detalles que hasta hace unos días teníamos en un baúl bajo llave. Que la actual enseñanza de vida para todos los protagonistas de esta “serie” usted y yo, sea un polo a tierra para cuando pasemos al capítulo tan esperado por todos, donde se ve una salida o negociación a nuestro “secuestró” mundial y se encuentre la cura del enemigo invisible los egos, barreras, orgullos y “poderíos” no se eleven nuevamente y continuemos pensado como verdaderas personas.

Sigamos las medidas de prevención y recomendaciones de las autoridades competentes, sigamos aprendiendo de las enseñanzas que nos regala el día a día, sigamos confiando que seremos libres para seguir con nuestras vidas sin caretas y agradecer cada amanecer para seguir aportando a nuestras familias, sociedad, hermoso país  y confiemos en ese ser supremo que terminaremos este capítulo para continuar una nueva temporada con el mejor guion y final de una serie de moda.