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¿Pagar para no delinquir en Colombia?

El gobierno nacional en cabeza de Gustavo Petro en 2022 anunció el programa “Jóvenes en Paz”, el cual también puso en marcha durante su Alcaldía en Bogotá. El programa consiste en dar un apoyo económico (pagar) a jóvenes para que no sigan el camino de la criminalidad y puedan estudiar y trabajar de manera honesta.

La polémica con el programa resurgió tras las declaraciones del Ministro del Interior, pues el subsidio que se le dará a los jóvenes para que no comentan delitos será de un millón de pesos. Esto despertó la crítica de diferentes sectores , ya que resulta o parece contraproducente que se pague a quienes no respetan la ley mientras jóvenes honestos a lo largo del territorio nacional esperan por una oportunidad académica y profesional. 

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¿Es efectivo pagar para no delinquir en Colombia?

Según el Ministro del Interior, el objetivo del programa es dar oportunidades a la juventud. Ahora bien, teniendo en cuenta la incidencia del mismo programa bajo la Alcaldía de Petro en Bogotá, de acuerdo con una investigación de la Silla Vacía, los resultados no fueron claros en el tema de seguridad, ya que una de las motivaciones de dicho programa era mejorarla. 

Según datos del IDIPRON, Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud, durante el programa en la Alcaldía se llegó a 10 mil jóvenes, pero solo el 0.08 lograron graduarse. Asimismo, al revisar su impacto en la seguridad, se estima de acuerdo al SIEDCO, que delitos como el homicidio aumentaron en la ciudad durante la Alcaldía, ya que se pasó de 1.267 en 2012 a 1.344 en 2015 y según la Secretaría de Seguridad, los hurtos a personas aumentaron en un 36%. 

De acuerdo a lo anterior, es debatible la efectividad de poner en marcha un programa de subsidios a cambio de no delinquir. Por ello, el foco debería estar en dar alternativas, antes de una remuneración económica, es decir invertir en programas sociales, educativos y laborales en los departamentos con mayor afectación de criminalidad juvenil. Igualmente, estos proyectos deben medir su efectividad tanto en los jóvenes impactados como en el mejoramiento de la seguridad en los territorios en donde se implementa. 

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