Quienes hemos tenido la oportunidad de estudiar sabemos que, aunque en la vida habrá muchos profesores, hay unos pocos –en mi caso uno solo—que podemos llamar maestros. El mío se llamaba Alfonso González. Él me inculcó principios que intento seguir hasta el día de hoy. En un examen final de Ciencias Sociales sobre historia precolombina, Alfonso nos entregó la hoja de preguntas. Como era usual en él, nos dio una instrucción recurrente: lean todo el examen antes de responder.
Así lo hice. El parcial tenía como 90 preguntas de selección única y en la antepenúltima había un enunciado extraño: “si no ha respondido nada hasta esta pregunta, marque la hoja, voltéela y espere a que se acabe el tiempo otorgado para el examen”. Mi intelecto adolescente no me dio para entender lo que sucedía y respondí todo el parcial. Solo una persona siguió la instrucción. Aunque Alfonso nos corrigió a todos, la lección quedó grabada para siempre. En la vida adulta mi nota hubiese sido 0.
Esta semana el Consejo Nacional Electoral dejó en firme la decisión de negar la personería jurídica al Grupo Significativo de Ciudadanos “Colombia Humana”. Éste, es el movimiento ciudadano liderado por Gustavo Petro en las elecciones presidenciales de 2019. La decisión ha sido polémica. Pues la personería jurídica otorga beneficios en términos de asignación presupuestal, actuaciones jurídicas, y la capacidad de beneficiarse del reciente Estatuto De la Oposición, entre otros.
Pero, ¿Cómo le niegan la personería a un movimiento que representa a 8 millones de personas que votaron por Petro? Sencillo: no siguieron instrucciones.
En la Constitución y en la Ley Estatutaria 1475 de 2011 se establece expresamente que la personería jurídica de grupos, movimientos y partidos políticos se obtiene en la sombrilla de un requisito doble. Estos son, 1. Se debe participar en las elecciones de Congreso (requisito cualitativo). 2. Obtener una votación no inferior al 3 por ciento de los votos válidos (requisito cuantitativo).
La Colombia Humana sacó 4.850.499 y 8.034.189 votos en primera y segunda vuelta presidencial respectivamente. Sin embargo, y teniendo en cuenta que la ley se refiere a las elecciones de Congreso, Petro sacó 0 votos en las elecciones del 11 de marzo. Porque la Colombia Humana no participó en ese sufragio. En su lugar, Petro apoyó la lista de Decentes. Partido que actualmente es partido de oposición en virtud de su personería jurídica.
Por supuesto, el petrismo puso el grito en el cielo. Mágicamente, Colombia pasó en menos de un día de una democracia a una dictadura. Acusaciones a diestra y siniestra: que el CNE está comprado, que están intentando eliminar al que piensa diferente, que hay una persecución sistemática a la Colombia Humana.
Hago un llamado a la calma. Primero, Decentes ha tenido todas las garantías jurídicas. Si esto fuera una persecución al petrismo, que es la fuerza electoral que representa Decentes en el congreso, este último movimiento estaría siendo igualmente atacado. Calificar de dictadura a Colombia es un intento populista nocivo para darle legitimidad a una petición por fuera de la ley.
Segundo, las reglas eran claras desde el principio. La Ley Estatutaria que establece los requisitos para obtener la personería, está vigente desde 2011. El desconocimiento de la ley no es una causal de incumplimiento justificado. Que no sepa que el fútbol se juega con los pies, no exonera de sanción a quien comete una mano.
Por último, el CNE falló en derecho al respetar la Constitución. La Ley es para cumplirla, independientemente de a quién beneficie o perjudique. Es un ejemplo que deja claro que las instrucciones son para cumplirlas. Una crítica al CNE no es otra cosa que una pataleta mal direccionada.
Le agradezco a la vida haberme dado el honor de ser alumno de Alfonso. Ojalá Petro también hubiese sido su alumno. Tal como me lo enseñó Alfonso, en la vida real mi nota hubiese sido 0… como la de Petro.
En memoria de Alfonso González Quintero.
Director de Asuntos Políticos en DataFreaks. Analista político y columnista. Internacionalista de la Universidad del Rosario y estudiante de la maestría en Economía de Políticas Públicas de la misma Universidad.
Pues igual sí es dictadura que censuren los medios que prometieron fortalecer y aparte ¿Qué instrucciones? si el mismo CNE dejó vencer porque sí la revocatoria de Peñalosa, éste no es un país de instrucciones y hay indicios de dictadura, quizá no por la personería, pero de que la hay, parece que sí, que la hay.
Hola Camilo,
Gracias por participar y presentar tu argumento. Ahora bien, en Colombia las reglas son claras y mucho más las electorales, el movimiento Colombia Humana, debió conocerlas y jugar bajo el reglamento que impone el CNE para no tener estos inconvenientes en este momento. En cuanto a tu posición sobre que estamos en una dictadura, tampoco estamos de acuerdo, Colombia se ha caracterizado por respetar y acatar los lineamientos generales de una democracia y en la actualidad esos mismos lineamientos se siguen cumpliendo.