El día de ayer, jueves 15 de noviembre, se volvieron a presentar marchas, en contra del presupuesto designado a la educación. Con esta última, ya son 7 marchas las que se han realizado por el motivo previamente dicho. Pero, más allá de las marchas, debemos entender el motivo de las mismas y la situación actual de la educación en Colombia.
Para empezar, en las marchas han participado estudiantes, rectores, políticos, entre muchos otros actores del sector educativo. Su petición, que el gobierno aumente el presupuesto de educación. Buscan este aumento, para subsanar el déficit económico que sufre la educación pública hace más de 2 décadas.
Según uno de los estudiantes promotores de la marcha, entrevistado ayer en noticias caracol, exigen alrededor de 20 billones de pesos. Dicha plata, sería diferida a 10 años para la educación. Además, piden que la plata destinada a educación no sea entregada al Icetex, ni al programa “Generación E”. Piden que dicha plata sea entregada a la educación pública superior.
Ahora bien, el presupuesto que ha destinado el gobierno nacional para la educación, es el 4,3% del PIB nacional. Lo cual no es nada despreciable si se compara con otros países en donde la educación es un modelo a seguir en la región. Por ejemplo en Chile, el presupuesto destinado para la educación, es el 4% del PIB nacional. Así mismo, en Perú, Ecuador, Uruguay, Entre otros países, el presupuesto de la educación es más bajo que el de nuestro país.
Adicionalmente, luego de las primeras marchas realizadas y la mesa de negociación entre el gobierno y los rectores de las universidades, se logró un mayor presupuesto para la educación. El gobierno entregó 500.000 millones más al presupuesto de la educación. Además, se comprometió a recaudar, a través de regalías, 1,5 billones de pesos para 2020.
No obstante, los manifestantes siguen inconformes, pues para ellos el presupuesto sigue siendo insuficiente. Y es que va continuar siendo insuficiente, pues la crisis financiera de la educación pública lleva más de 20 años y no podemos pretender solucionarlo en 4 años.
En resumidas cuentas, los distintos actores de la educación en Colombia reclaman mayor financiación para suplir el déficit económico que actualmente atraviesa la universidad pública. Luego de dichos reclamos, el gobierno ha propuesto elevar el presupuesto de la educación. Sin embargo, dicho aumento no ha logrado satisfacer a los manifestantes. Situación que ha llevado a que, hoy en día se sigan presentando marchas que paralizan el país y dan campo para que los vándalos hagan de las suyas.
En los próximos días se instalará una mesa de negociación entre los estudiantes y el gobierno. Esperemos que dicha mesa, de frutos en favor de la educación y no en favor de algún sector político.
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Politólogo de la Universidad de los Andes con profundización en política colombiana y énfasis en Periodismo de la misma universidad.