Saben… estoy seguro que usted y yo seguimos disfrutados de las valientes y emocionantes aventuras de nuestros súper héroes favoritos. Es posible que en estas cortas palabras ya haya visualizado aquel personaje que desde niño (a) y en la actualidad admira. Y bueno ¿Cuál es su súper héroe favorito? ¿Qué poder o cualidad le gusta de este? Lo sé, en momentos es complejo escoger uno solo, dado que indistintamente si uno vuela otro cuenta con la mejor tecnología o una mujer maravilla por medio de un avión invisible puede sorprender al enemigo. Y así sucesivamente logran un trabajo en equipo en medio del anonimato, brindando seguridad y protección a los ciudadanos.
Hoy subsiste el anonimato no de superhéroes fantasiosos, sino de personas que siguen resguardando la seguridad nacional, salvando vidas, limpiando nuestras ciudades, enseñando, respondiendo en línea de fuego y sinnúmero de acciones que pasan desapercibidas. Pero un momento, seguimos patrocinando el anonimato ¿cierto? Mejor llamemos por su nombre entre otros a: profesores, médicos, Policía Nacional, los llamados “escobitas”, guardas de seguridad, defensa civil, bomberos (oficiales y voluntarios), auxiliares de enfermería, personal de aseo, fuerzas militares y muchos más.
Valorando el trabajo de todos estos actores en nuestra sociedad, en esta oportunidad me permito hacer un reconocimiento al Ejército Nacional de Colombia, institución orientada hacia la multidimensionalidad (proceso dinámico donde confluyen diversos elementos académicos y operativos) y, el fortalecimiento de la profesionalización y cohesión de la fuerza. Quien sigue preparando hombres y mujeres (soldados) para que respondan ante cualquier situación de manera profesional, militar y sobre todo como personas respetuosas de los Derechos Humanos (DD.HH). Replica de ello son las operaciones humanitarias que en los últimos días ha realizado por medio de sus diferentes eslabones militares a nivel nacional, en especial el Comando de Apoyo de Acción Integral y Desarrollo (CAAID), el Centro de Misiones Internacionales y Acción Integral (CEMAI), la Escuela de Misiones Internaciones (ESMAI) y la Escuela de Derechos Humanos, Derecho Internacional Humanitario y Asuntos Jurídicos (ESDAE).
“Colombianos que sin contar con súper poderes
son héroes y heroínas que siguen respondiendo
a las dificultades sociales y de seguridad nacional,
cooperando a la consecución del desarrollo humano
de nacionales y extranjeros”
Soldados con vocación de servicio a la nación, contribuyendo al fortalecimiento del sistema democrático que debe construirse sobre una base social como pilar fundamental para su permanencia. Ostentando capacidades para concretar alianzas con autoridades civiles, administrativas, gubernamentales y no gubernamentales o en su defecto de manera autónoma cumpliendo los objetivos trazados para dicha meta. Colombianos que sin contar con súper poderes son héroes y heroínas que siguen respondiendo a las dificultades sociales y de seguridad nacional, cooperando a la consecución del desarrollo humano de nacionales y extranjeros. Ejemplo de lo anterior, con fe en la causa y entregando todo por la patria son las misiones que en este periodo del año se desarrollan mancomunadamente con el gobierno nacional, alcaldías, entidades público/privadas y ONG´s o institucionalmente con el apoyo de los profesionales oficiales de reserva (POR) llegando a la población menos favorecida
Consolidando la unión del esfuerzo civico-militar encaminado no solo hacia la seguridad de estos dos elementos: territorio y soberanía, sino sumando el concepto de seguridad humana (consecución del desarrollo humano). Significación que de acuerdo a la realidad mundial fue mutando traspasando esos dos elementos centrándose en la persona, por consiguiente encaminando a los Estados a crear políticas públicas que contengan los cimientos de los DD.HH, paz y seguridad. Tal como se dio a conocer en 1.994 con el informe titulado “sobre el desarrollo humano” presentado por el programa de Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD) y la resolución 66/290 de la Asamblea General, la cual nos ilustra: «la seguridad humana es un enfoque que ayuda a los Estados Miembros a determinar y superar las dificultades generalizadas e intersectoriales que afectan a la supervivencia, los medios de subsistencia y la dignidad de sus ciudadanos». No olvidando el territorio y soberanía, dado que en el contexto de la globalización siguen siendo objetivos vigentes que corresponde defender.
Eventualmente obramos con actitud arrogante, egoísta y desagradecida frente a las personas que en cumplimiento de su deber o simplemente por vocación de servir pasan desapercibidas. Penosamente son “valoradas” y “respetadas” en momentos de crisis saliendo del “anonimato” social, siendo “reconocidas” de manera efusiva, es decir, de momento… Reconocimiento que discurro debe ser permanente por medio del respeto y admiración. En este sentido, cada uno de nosotros somos responsables de seguir fortaleciendo nuestro sistema democrático, protegiendo y sintiéndonos orgullos de nuestro territorio y soberanía como también brindar apoyo a nuestras autoridades. Para que en cualquier momento de nuestra vida sin duda alguna podamos gritar el lema scout, así como lo hacen en la ciudad de Bogotá D.C., los integrantes del grupo 81 Boers perteneciente a la Asociación Colombiana de Escultismo (ACE) ¡Siempre listos para servir!
Colombiano con idiosincrasia paisa y costeña – creyente en Dios. Abogado/Conciliador, Especialista en DD.HH y DIH (promotor y defensor). Inv. Judicial – consultor jurídico/político. Apasionado por ideas propias y ajenas generadoras de cambios positivos en la sociedad, niñez, educación, política, servicio social, medios de comunicación, FF.AA-PONAL y la construcción de un mejor país.