La noche del 7 de febrero del 2003, un carro bomba
detonado en el Club El Nogal. estremeció al país entero. Al parecer, el
automóvil que explotó fue ingresado a las instalaciones del club por el
profesor de Squash, que después de llevar trabajando un largo tiempo allí,
logró ganarse la confianza del personal del Nogal. En el lugar se encontraban
más de 600 personas.
Aquel nefasto viernes, 37 personas perdieron la vida y 200 más quedaron heridas. En principio, no se sabía quién era el culpable de tan aberrante atentado terrorista, y aunque se presumía que las FARC eran los autores intelectuales y materiales, ellos lo negaban ¡Que descaro!
Finalmente, después de las pruebas recolectadas y los
testimonios obtenidos por parte de personas que habían sido capturadas, en
diciembre del mismo año la Fiscalía General de la Nación determinó que las FARC
eran los culpables de aquella masacre. No era raro que algo así sucediera, pues
el entonces grupo terrorista era conocido por sus crímenes, como el sucedido
unos meses antes de la bomba al Nogal: la masacre de Bojayá
Quienes ordenaron hacer estallar un carro bomba en un
sitio con más de 600 personas, fueron los miembros del secretariado de las
FARC, entre ellos: alias Timochenko, alias Mono Jojoy, alias Raúl Reyes, alias Alfonso
Cano, Alias Tirofijo, alias Iván Márquez. Y quien lideró este aberrante
atentado terrorista fue alias El Paisa, jefe de la columna móvil Teófilo Forero
y uno de los miembros más sanguinarios de las FARC.
La arremetida de nuestras Fuerzas Armadas contra este
grupo terrorista permitió años después dar de baja a alias Raúl Reyes, alias
Alfonso Cano y alias el Mono Jojoy. Alias Tirofijo, por su parte, falleció
escondido en la selva. Pero Iván Márquez, Timochenko y el Paisa, corrieron con
una suerte muy distinta.
Luego de planear y ejecutar un atentado terrorista
como el del Club el Nogal, y cientos de atentados más, los 3 hicieron parte del
Acuerdo de la Habana, e intentaron hacernos creer que de la noche a la mañana
habían dejado de ser asesinos, violadores, narcotraficantes y secuestradores.
En dicho acuerdo, la impunidad brilló y a nefastos delincuentes
como los 3 mencionados anteriormente, los dejó en libertad sin pagar un solo
día en la cárcel. Por muchos meses caminaron por las calles de Colombia y por
los pasillos del Congreso, sin temor a ser juzgados por los múltiples crímenes
de lesa humanidad que habían cometido.
No obstante, un par de años después de la firma Iván
Márquez y alias El Paisa decidieron volver a la clandestinidad (típica actuación
de bandidos), burlándose de todos los colombianos. Por su lado, Timochenko hoy
sigue en el Congreso, disfrutando de la plata que le da el Estado por ser
Congresista y de la recogida por el narcotráfico, anda en camionetas blindadas
y se vende como un héroe. Lo cierto, es que este criminal tendría que estar
ahora mismo en la cárcel, respondiendo por lo menos, por los crímenes de lesa
humanidad que cometió.
Tal vez la historia hubiera sido distinta si la justicia no hubiera estado en juego en el Acuerdo de la Habana, posiblemente hoy tendríamos tras las rejas a 3 de los principales responsables de la bomba al Nogal. Pero no es así y no podemos llorar sobre la leche derramada, debemos pensar a futuro y mejorar los acuerdos de la Habana, por las víctimas de las FARC y por Colombia, debemos asegurarnos que dichos acuerdos no sean basados en la impunidad, por las víctimas de las FARC y por Colombia, debemos asegurarnos que dichos acuerdos no sean basados en la impunidad.