En la ceremonia de graduación, el empoderamiento se refleja en cada mirada de jóvenes graduados de universidades públicas o privadas. Solo basta con observar las miradas de orgullo de padres, familiares, amigos. Orgullo de ver que aquel muchacho de toga y birrete, superó los retos de la educación en el país.
El acceso a la educación superior en América latina y el caribe aumentó. Según estudios del Banco Mundial, se acrecentó el registro de estudiantes a Universidades. Pero solo el 50% de los inscritos, logran terminar la universidad.
En la misma línea, las cifras de desempleo juvenil aumentaron en Colombia. En septiembre, el DANE, dio a conocer las cifras de la tasa de desempleo Juvenil. Según los informes, la población juvenil presentó una tasa de desempleo del 17,5%. Esto equivale a que, el 42 % de los jóvenes entre 18 y 28 años tienen una economía inactiva. Cifras que preocupan y alarman a los 17´768.157 jóvenes colombianos, los cuales representan el 27% de la población.
En abril, la Universidad Libre reveló un informe sobre las estadísticas oficiales del DANE y del Ministerio de trabajo. Allí, se presenta una revisión completa de las causas de desempleo juvenil en el país. Según el informe, hay cerca de tres millones 400 mil jóvenes desocupados en Colombia. Todos ellos conviven con la desigualdad de oportunidades, por la falta de experiencia requerida por las empresas.
En consecuencia, los jóvenes enfrentan una clara frustración personal y profesional por las escasas oportunidades de empleo. Existen distintos factores que limitan dichas oportunidades de empleo. Por ejemplo, la disyuntiva problemática social y económica, que enfrenta el país. También, la falta de inversiones de empresas privadas y públicas, en el territorio colombiano. Finalmente, la corrupción. Además, Es paradójico que, durante la academia las instituciones educativas del país, no enseñen a enfrentarse a una vida laboral después de culminar los estudios.
Según el Ministerio de Trabajo, el 82% de los jóvenes considera innecesario el requerir experiencia laboral previa, para acceder a un empleo. Este Requisito, es complicado de alcanzar por las escasas plazas de oportunidades laborales
Así entonces, al terminar la fiesta de graduación, el recién graduado se enfrentará a la ardua tarea de conseguir trabajo. Bastante injusto, pues a muchos de los jóvenes profesionales les costó dos, tres y hasta seis meses conseguir trabajo.
El problema continúa y el futuro se ve nublado para las nuevas generaciones del país. El Gobierno Nacional ha hecho esfuerzos, como la implementación en 2016 de la ley 1780. Dicha ley, promueve el empleo y emprendimiento juvenil en hombres y mujeres. Además, garantiza que el 10% de los jóvenes podrían trabajar en empresas industriales y mixtas, sin experiencia laboral.
En consecuencia a las realidades políticas, económicas y sociales, Colombia ocupa el segundo puesto del país más desigual de América Latina y el séptimo en el mundo. Es por ello, que se debe implementar estrategias que fortalezcan el crecimiento de inversiones a empresas privadas y públicas. Esto, para optimizar oportunidades laborales a las nuevas generaciones. Dichas generaciones, son autoras de nuevos conocimientos y habilidades, que potencializan la economía del país.
Profesional en periodismo por la Universidad Sergio Arboleda, con experiencia en medios tradicionales y digitales.
Las nuevas generaciones merecen poder entrar al mundo laboral de una forma más sencilla. La formación la tienen y el empeño también, entonces, solo hace falta que la esfera laboral asegure una disposición para recibirlos.