Por estos días transita en el congreso un acto
legislativo bastante peculiar. El mismo, consiste en aprobar una norma
constitucional que le permita al congreso intervenir en la inversión regional.
Es decir, de pasar esta reforma, los legisladores podrán gestionar los recursos
que crean necesarios para ejecutar proyectos en sus regiones. Se está hablando
de entregarle al Congreso el manejo del 20% del presupuesto nacional, lo que
significaría entregarle 30.000 millones de pesos anuales a cada Congresista.
En este momento, el proyecto de reforma constitucional,
que fue propuesto por el representante a la cámara del Polo Democrático, Germán
Navas Talero, está tramitándose en la cámara, en donde ya ha pasado en 6 de los
8 debates necesarios para que sea aprobado (los dos últimos debates se darán en
el Senado). Según Navas, de esta manera se acabarán las reuniones a puerta
cerrada de los Congresistas con el Ministro de Hacienda, para solicitar fondos
que permitan ejecutar proyectos en sus regiones.
Por su parte, el Ministerio de Hacienda se pronunció en
contra de la reforma constitucional. Según esta cartera, hacer cambios en el
presupuesto pondría en riesgo la estabilidad fiscal de las finanzas públicas y
afectaría la separación de poderes que actualmente existe en Colombia.
Una figura similar existía en el gobierno anterior:
Los auxilios Parlamentarios. La experiencia no es nada grata, pues estos
auxilios, en últimas, se presentaron para múltiples casos de corrupción en todo
el país. Entonces ¿Por qué volver a adoptar una figura que en el pasado no
funcionó y qué además podría resultar inconstitucional?
Desde Ante Todo Colombia, consideramos el acto legislativo como un despropósito. Parece absurdo entregarle a la rama legislativa el 20% del presupuesto nacional para que sea administrado por ellos, cuando ya existe una cartera encargada de esto. Esperamos que la reforma propuesta por Germán Navas Talero sea archivada ¡no se puede ceder ante la corrupción!