La región del Catatumbo se ha caracterizado por ser
una zona de alta presencia de grupos armados ilegales y de mucha violencia. Esto
se debe a varias razones, entre ellas, a los pasos ilegales fronterizos de esta
región y a la lucha por el poder del territorio entre estos grupos criminales. Lo
preocupante es que, hace un par de años, los grupos armados ilegales (ELN,
Disidencias de las FARC, EPL) han vuelto a retomar una gran porción del
municipio, aprovechando la poca presencia del estado.
El día de hoy, se conocieron unas denuncias que atentan
directamente contra la democracia de Colombia. Esto ya que, al parecer los
grupos armados ilegales están restringiendo la competencia electoral de los
candidatos en el Catatumbo. Todo apunta a que, los candidatos en el Catatumbo,
específicamente en el Municipio de Convención, no pueden hacer proselitismo
político sin autorización de estos grupos criminales. Es decir, son estos
terroristas los que deciden quién puede participar en la competencia electoral
y quién no puede.
La precaria situación del Catatumbo es conocida desde
hace unos meses. En este sentido, el gobierno dispuso de 12.000 miembros del
Ejército y 4.000 policías para salvaguardar la seguridad de los ciudadanos del
Catatumbo. No obstante, como se puede observar, la medida no ha sido del todo
efectiva.
Hace unos años, con la firma del acuerdo entre las
FARC y el Gobierno Santos, las Fuerzas Armadas de Colombia, se redujeron en, al
menos, 40.000 hombres. Las cifras demuestran que fue un grave error, pues el Estado
ha perdido el dominio de una parte del territorio, a cuenta de grupos armados
ilegales que siembran el terror en las poblaciones periféricas.
Las Fuerzas Armadas son las encargadas de velar por nuestra seguridad. Pero para lograr esto, debemos brindarles las herramientas necesarias para su lucha frontal contra el crimen y el terrorismo, y justamente, una de esas herramientas, es el incremento del pie de fuerza de las Fuerzas Armadas.