Una de las más recurrentes quejas de los estudiantes
colombianos, es el largo tiempo que tienen que pasar en un bus para ir a su
colegio y lo mucho que les toca madrugar, para llegar a tiempo. Sin contar que la
mayoría del recorrido es en medio de interminables trancones. Ahora bien, las
directivas de los colegios también incurren en altos gastos, para poder
transportar a todos los niños que van al colegio.
Esto es una problemática que no solo atañe al contexto
colombiano, en la mayoría de países del mundo tienen el mismo problema. Sin
embargo, una ciudad ha logrado encontrar una cura para la enfermedad.
¡El transporte escolar en Boston dejó de ser un dolor
de cabeza! En el pasado, los recorridos de los buses amarillos, característicos
de los colegios de Estados Unidos, eran ineficientes y los niños pasaban largas
horas sentados allí. Mantener dichos buses, costaba anualmente 120 millones de
dólares. Y ni hablar de la contaminación, pues generaban, al menos, 9.000
kilogramos de CO2.
Pero un algoritmo creado por MIT cambió esta realidad. Dicho algoritmo, es capaz de analizar patrones de tráfico de la ciudad, para que los buses utilicen las rutas más rápidas, organiza en solo 30 minutos los recorridos de cada bus, en esta tarea la ciudad se demoraba hasta una semana. Y finalmente, el algoritmo identifica las horas a las que el bus tiene que recoger a cada niño, haciendo que los buses no hagan recorridos inútiles, para recoger solo un par de niños.
Los resultados han sido sorprendentes: ahora Boston
gasta 5 millones de dólares menos en el transporte escolar, el número de niños
por bus ha aumentado, mientras que el tiempo de los recorridos ha disminuido,
los conductores de buses escolares han recorrido 1,6 millones de kilómetros
anuales menos y se han dejado de producir 9.000 kilogramos de carbón dióxido en
la ciudad.
Es hora de que Colombia comience a tomar este tipo de
alternativas, con un solo algoritmo mejoramos la movilidad, la calidad de vida
de nuestros niños, ahorramos plata de la ciudad y hacemos más eficientes los
procesos ¿Qué estamos esperando?