El mundo tiene puesto los ojos en el Coronavirus, un virus que nació en China y que se está expandiendo por el mundo. Hasta el momento, 17 personas han fallecido, lo que ha llevado a ese país a tomar medidas extremas, tales como cancelar las celebraciones que se tenían previstas por el año nuevo chino. Por su parte, Estados Unidos ya registró su primer caso en el Estado de Washington. En Colombia, por su lado, hubo una persona que llegó de Turquía y tenía los síntomas del virus, pero al final solo fue un susto.
Afortunadamente, el coronavirus aún no ha llegado al
país. Sin embargo, en Colombia tenemos virus mucho más mortales a los que debemos
encontrarles la vacuna, para lograrlos erradicar. Entre esos virus están, la
impunidad, la corrupción, la intolerancia, los cultivos ilícitos y los
políticos oportunistas.
Para empezar, la impunidad se ha vuelto el diario
vivir en la justicia. En el acuerdo de La Habana firmado con las FARC En el
2016, se ofrecieron beneficios desproporcionados a los bandidos tales como,
darles curules en el Congreso, a personas que han cometido delitos de lesa
humanidad, sin cumplir una justa condena, permitirles pasar más de 3 años sin
haber entregado ni el 1% de los bienes que adquirieron ilegalmente, entre
otros.
La impunidad también la viven en su día a día los
colombianos, pues hoy muchos ladrones que son capturados en flagrancia, son
detenidos por 24 horas y al otro día están de nuevo en la calle delinquiendo.
Es más, incluso en casos de abuso sexual a menores, los victimarios muchas
veces son dejados en libertad por cumplir una laxa condena o por vencimiento de
términos.
La vacuna para la impunidad puede estar en una reforma a la justicia. Dicha reforma debe contener, al menos, un arreglo a los acuerdos de La Habana, una justicia eficaz y capacitada, que judicialice a los pillos que roban y atracan en el país y la aprobación de la cadena perpetua a los abusadores de menores.
Por otra parte, la corrupción también se ha vuelto un
virus insostenible en el país. Según la Fiscalía General de la Nación, son 50
billones de pesos los que se pierden al año en Colombia, por casos de
corrupción. Pero los casos de corrupción no solo se presentan en el sector
público, el 9% de los casos de corrupción se dan en el sector privado.
Hoy el Índice de Percepción de la Corrupción, que mide
anualmente la corrupción en 180 países del mundo, ubicó a Colombia en el puesto
96 (Cabe recordar que la posición 180 es la del país más corrupto), subiendo 3
puestos en comparación con el año pasado, en el que quedamos en el puesto 99. El
puntaje obtenido de 0 a 100 (siendo 100, cero corrupción), fue de 37 puntos.
Aunque subir puestos es una buena noticia, es preocupante el puntaje obtenido, pues
desde el 2012, el puntaje de corrupción, para Colombia, se ha mantenido entre
35 y 37 puntos. Lo que quiere decir que en el país, no hay avances
significativos para erradicar este virus.
Las vacunas que hemos intentado aplicarle a este virus,
no han funcionado y es hora de buscar nuevas curas para esta enfermedad. La
casa por cárcel para corruptos debe ser eliminada inmediatamente, las penas
para quienes incurran en actos de corrupción deben ser severas, se debe generar
conciencia desde la Universidad, de lo importante que es ser una persona
honesta y transparente, e igualmente, se debe comenzar a establecer sanciones
sociales para los corruptos.
El siguiente virus del que hablaremos es la
intolerancia. Los colombianos nos acostumbramos a vivir en un ambiente de insultos
y groserías por no aceptar otras formas de pensar. Si uno va lento en un carro,
lo acaban a pito y si uno publica una posición en las redes frente a algún
tema, puede recibir incluso amenazas de muerte. La vacuna está en nosotros,
debemos aprender a tolerar otras formas de pensar, debemos escuchar razones y
discutir siempre con argumentos. Un hecho como el de la Universidad del
Atlántico, en el que los estudiantes terminaron a puños porque unos estaban a
favor de las marchas y otros en contra, no puede volverse a presentar.
Ahora bien, un espacio especial también merece los cultivos ilícitos. Hacia finales del 2012, parecía haberse encontrado la vacuna para este virus, los cultivos ilícitos en Colombia estaban disminuyendo considerablemente y los grupos ilegales estaban quedándose sin gasolina para cometer actos terroristas. Sin embargo, en el 2015, dejamos de aplicar la vacuna y los cultivos ilícitos, en 5 años, se triplicaron. Debemos volver a aplicar esta vacuna ya que, acabando con los cultivos ilícitos, preservamos el medio ambiente y debilitamos a los grupos terroristas, que hoy azotan muchas poblaciones del país.
Finalmente, un nuevo virus está emergiendo en
Colombia: los políticos oportunistas. Estos políticos quieren satisfacer sus
intereses particulares a costa de lugar. Por ejemplo, buscan generar un caos
generalizado en el país, para llegar con fuerza a las elecciones presidenciales
del 2022. La vacuna es simple: no debemos apoyarlos, más bien debemos apoyar a
aquellos políticos que estén en una constante búsqueda del bien común de los ciudadanos.
Colombia está lleno de virus que debemos erradicar y
depende de nosotros, los colombianos, que lo logremos. Esperemos que el
Coronavirus no llegue al país, pero también enfoquémonos en eliminar esos virus
que ya permearon nuestra sociedad.