Aunque la cuarentena ha reducido la delincuencia en la mayoría de ciudades en Colombia, Cali, ha sufrido un hecho trágico que quizás no se vivía desde principios del siglo XXI. Una horrible masacre a 5 jóvenes se presentó esta semana.
El macabro hecho fue perpetrado en la comuna 15 del Distrito de Aguablanca. Los motivos aún no han sido esclarecidos. Algunas hipótesis hablan de grupos de exterminio, de bandas delincuenciales que están reclutando menores o de una posible confusión al pensar que los menores eran delincuentes que habían entrado en propiedad privada.
En los primeros 6 meses del 2020, 28 menores han sido asesinados en Cali. Aunque el número es relativamente bajo en comparación al 2019 (49 casos en el mismo periodo de tiempo), sigue siendo preocupante, pues en pandemia este tipo de crímenes debería reducirse considerablemente.
El caso ha prendido las alarmas en la Capital del Valle del Cauca y seguramente las autoridades tomarán nuevas medidas para evitar que este tipo de hechos sigan sucediendo. Se esperaría que entre las medidas se incremente el pie de fuerza, y la financiación y tecnología de nuestra Fuerza Pública, para que los barrios de Cali más afectados por la delincuencia, puedan vivir con seguridad y sin temor de ser asesinados por bandas al servicio del crimen organizado.