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¡Cárcel ya para estos sinvergüenzas!

Por estos días, ha sonado bastante el caso de corrupción del ex Embajador de Colombia en Venezuela, Fernando Marín Valencia. Aunque el hecho está corroborado y Marín aceptó su culpa, al sindicado se le otorgó prisión domiciliaria, como beneficio por aceptar los cargos y no declararse inocente.

El caso por el que se le acusa a Fernando Marín, está relacionado al carrusel de la contratación que se dio en Bogotá en la época de Samuel Moreno. Según las pruebas, Marín intentó sobornar a Emilio Tapia, considerado como el artificie de aquel acto de corrupción en Bogotá, para que éste cambiara su versión y no involucrara a Marín en el blanqueo del dinero que se habían robado de los bogotanos.

El hecho se dio a conocer por una denuncia que hizo Emilio Tapia sobre supuestos sobornos que le estaban ofreciendo a cambio de su silencio, a principios de mayo. Con esta información, la Fiscalía se dispuso a instalar cámaras y micrófonos en la casa de Tapia, para dar con los corruptos. Así, lograron recopilar las pruebas suficientes, para condenar a Marín por intentar sobornar con, al menos, 4 millones de dólares, a Tapia a cambio de su silencio. A estas pruebas se le suman múltiples conversaciones de WhatsApp en los que se cuadra el encuentro y se habla del soborno.

Es inconcebible que Tapia y Marín hoy tengan prisión domiciliaria. Es cierto que la ley otorga ciertos beneficios a los acusados que decidan colaborar con la justicia, sin embargo, en los casos de corrupción, dichos beneficios deberían ser eliminados. Es por estas personas que hoy muchas ciudades del país no han avanzando lo suficiente. Se roban la plata que los colombianos pagamos para infraestructura, para educación, para salud, para temas vitales de los ciudadanos.

Desde Ante Todo Colombia, consideramos que la corrupción es uno de los peores males del país. Para lograr erradicarla, o por lo menos minimizarla, se debe hacer entender a los corruptos que el crimen no paga. En este sentido, se debe eliminar el beneficio de “casa por cárcel” a los condenados por corrupción.