Cuando se es niño, la pesadilla más común es soñar con
monstruos que van detrás de uno y quieren hacerle daño. Sin embargo, hay algunos
niños a los que esa pesadilla se les hace realidad. Pero los monstruos en ese
caso no son seres míticos, son personas de carne y hueso que, vilmente, los
secuestran para posteriormente, violarlos, y en algunos casos, asesinarlos. Tristemente,
de esta pesadilla los niños no se pueden despertar. El monstruo se encarga de
acabar con los sueños y con las ilusiones del niño y, muy seguramente, de sus
seres queridos más cercanos.
Este es el caso de una niña menor de 14 en el Puerto Marítimo de Buenaventura. Según lo relatado, la niña fue raptada por Jhon Édward Quintero Cruz, quien durante el tiempo que la tuvo en su poder, la violó y luego, la amarró de manos y pies a una casa del Puerto, causándole la muerte.
Al parecer, el monstruo que violó y asesino a esta
niña de tan solo 11 años, fue un familiar. Como se sabe, en la mayoría de casos
de abuso sexual, los familiares son los responsables. Bastante irónico, ya que
los familiares deberían ser los primeros en proteger a sus niños y niñas. En la
Fiscalía, hoy reposan 1.119 denuncias de abusos sexuales en 10 municipios del
Valle del Cauca y en Cali.
El martes será la imputación de cargos por feminicidio
agravado y acceso carnal violento con menor de 14 años. La condena que se espera,
es la pena máxima, es decir, 60 años de prisión. No obstante, desde Ante Todo Colombia
consideramos que la pena máxima no se ajusta al castigo que debe tener un
violador de menores de edad. Por eso, apoyamos la cadena perpetua para todos
los que se atrevan a vulnerar os derechos de nuestros niños, niñas y
adolescentes, violándolos.