La preocupación de las autoridades por el aumento de los hechos delictivos en Río de Janeiro, Brasil, llevó a implementar un programa llamado “comunidades restaurativas”. Programa que podría ser ejemplo en Colombia para reducir las tasas de criminalidad en los barrios más vulnerables de las ciudades capitales.
Comunidades restaurativas consistió en no solo capturar a los delincuentes, sino que a su vez, dichos delincuentes restablecían las relaciones con el agredido y su comunidad. Igualmente, se implementaron procesos colaborativos llamados “círculos y reuniones”, en donde asistían los miembros más cercanos de la vida de un delincuente y la comunidad. En dichos espacios, se tocaron distintos conflictos que existían y que hasta dicho momento, no habían sido resueltos.
Los resultados fueron exitosos. Los problemas entre vecinos comenzaron a ser solucionados por la vía del diálogo, la comunidad se desarrolló y comenzó a manejar el conflicto y las tensiones, a partir de la construcción de relaciones, la violencia juvenil se redujo, se restauraron escuelas, comunidades y hogares, y se crearon procesos de sanación del trauma.
¡La seguridad es un reto que se supera con políticas públicas integrales y efectivas!