Aunque el congreso acostumbra a dejar todo para último minuto, esta vez se adelantó y escogió muy rápido su disfraz para el siguiente Halloween, se disfrazará de ¡transparencia! Pero como todo disfraz pirata, dejaron los tobillos descubiertos.
El pasado 20 de agosto, justo un mes después de la posesión del nuevo Congreso de la República, se eligió al Contralor Nacional. Con una votación avasalladora (203 votos de 248), Felipe Córdoba fue elegido como el sucesor de Edgardo Maya (Contralor general durante el periodo 2014-2018). Y será él el encargado de velar por el correcto uso de los dineros públicos.
Mientras los colombianos descansábamos de lo que habían sido las elecciones 2018, en el congreso los distintos partidos y movimientos se preparaban para su primer round “La elección del contralor general de la nación”. Y no era para menos, con la F.A.R.C como nuevo actor político, Vargas Lleras como director de la bancada más grande del congreso (Cambio Radical), con una amplia bancada de oposición y con Uribe como cabeza de la bancada del gobierno, la elección del contralor parecía la oportunidad perfecta para medir fuerzas.
No obstante, con los múltiples escándalos de corrupción como el cartel de la toga, REFICAR, entre otros, las reglas del juego para la elección del cargo de contralor general de la nación cambiaron. Para aspirar a ese puesto ya no bastaría con el guiño de quien fuera el presidente de la república. La UIS (Universidad Industrial de Santander) se comprometió a desarrollar una evaluación de conocimiento y otra evaluación de la hoja de vida de cada uno de los aspirantes a dicho cargo. A partir de estos exámenes, se elegirían 59 que serían evaluados por la comisión accidental del congreso y finalmente, se escogerían 10 finalistas que irían a una votación entre los miembros del congreso de la república.
Desafortunadamente nada cambió, la elección del contralor no fue más que una disputa de poderes al interior del congreso, que terminó por darle un “knockout” al Centro Democrático. Cada bancada tenía su propio candidato, el Centro Democrático a José Félix Lafaurie (Esposo de la senadora María Fernanda Cabal). Cambio Radical, la U y los Liberales a Felipe Córdoba (a quien los medios los describen como amigo personal y ex secretario privado de Germán Vargas Lleras). Mientras que los partido de oposición (F.A.R.C, Alianza Verde, Polo Democrático, Lista de los Decentes), apoyaban a Julio César Cárdenas, haciendo la aclaración de que si Lafaurie contaba con alguna posibilidad de ganar, votarían por Felipe Córdoba pues no dejarían ganar al candidato del Uribismo. Finalmente, los Conservadores habían dado su apoyo a Wilson Ruiz, pero al no tener posibilidades reales de ganar se decantaron por la opción de Felipe Córdoba.
Como en cualquier otra elección de contralor, se hicieron múltiples reuniones políticas previas a la elección del contralor. Por un lado, en el hotel de la Ópera, se reunieron los expresidentes Alvaro Uribe, Cesar Gaviria y Andrés Pastrana. Por otro lado, Germán Vargas Lleras y Aurelio Iragorri estuvieron reunidos con Iván Duque en la casa de Nariño y la Alianza Verde, estuvo en reuniones con distintos candidatos al cargo de contralor.
Al final, el resultado fue el mismo: la elección del contralor estuvo lejos de ser meritocrática, pues ninguno de los aspirantes previamente mencionados fue primero, ni en la evaluación de la hoja de vida, ni en la evaluación de conocimientos. Los favoritos fueron escogidos por cercanía a alguna bancada o por hacerle contrapeso al gobierno, al final no sirvió que el presidente Duque no le hiciera guiño a ningún candidato.
La bancada del Centro Democrático seguramente pensó en elegir un contralor de bolsillo que mostrara que ahora eran ellos los que estaban en el poder. La bancada de Cambio Radical, la U y el Partido Liberal, buscaron mostrar que Iván Duque debía contar con ellos para no perder gobernabilidad. Y la bancada de los partidos de oposición pensó en mostrar que contaban con 8 millones y medio de votos y que serían un hueso duro de roer a la hora de pasar proyectos de ley. En el olvido quedo una elección en el que el elegido fuera la persona más capacitada para ocupar el cargo.
Aunque pueden existir opiniones diversas, pues Córdoba finalmente sí ocupó los primeros lugares y es una persona libre de escándalos y con muchas capacidades (al igual que los más opcionados al cargo). El escritor de la presente columna considera que la elección fue meramente política y al interior del congreso las bancadas encontraron una manera ideal de mostrarse transparentes ante la opinión pública sin perder de vista sus intereses particulares. El congreso se adelantó, ya escogió disfraz para este Halloween, y tú ¿Ya sabes cuál va ser tu disfraz?
Politólogo de la Universidad de los Andes con profundización en política colombiana y énfasis en Periodismo de la misma universidad.