La pandemia causó estragos en las economías de todos los países del mundo entero. Por esta razón, el Foro Económico Mundial (WEF) publicó una serie de puntos que necesitan tener en cuenta las economías de los distintos estados, para reactivar su actividad. No obstante, el WEF ve la recesión económica, producida por la pandemia, también como una oportunidad para transformar las economías del mundo.
En este sentido, el Foro Económico Mundial asegura que el crecimiento y la productividad no serán las únicas variables que deberán tener en cuenta las economías globales para ser exitosas. A estas dos variables, debe adicionarse la importancia de tener una economía más incluyente, sostenible, que disminuya los niveles de desigualdad en la población, se base en la protección de las personas y del planeta, y contenga un énfasis en los mercados del mañana.
Así entonces, El Foro Económico Mundial propone:
Asegurar que las instituciones públicas acojan principios sólidos de gobernanza, una visión a largo plazo y que construyan confianza sirviéndole a los ciudadanos
Actualizar la infraestructura para acelerar la transición energética y ampliar el acceso a la electricidad y a las TIC.
Cambiar hacia un modelo de tributación más progresivo, pensando en cómo se gravan las corporaciones, las riquezas y el trabajo, racionalmente y en el marco de la cooperación internacional.
Actualizar los currículos de educación y expandir la inversión en las habilidades necesarias para el trabajo y para el mercado del mañana.
Repensar las leyes laborales y la seguridad social para la nueva economía y las nuevas necesidades de la fuerza de trabajo.
Expandir el acceso y la innovación de los cuidados de ancianos, de niños y de la infraestructura de la salud, para el beneficio de las personas y del país.
Aumentar los incentivos para dirigir recursos económicos a inversiones de largo plazo, fortalecer la estabilidad y expandir la inclusión.
Repensar la competencia y los marcos antimonopolio necesarios en la cuarta revolución industrial, asegurando el acceso a los mercados, nacional e internacionalmente.
Facilitar la creación de los mercados del mañana, especialmente en las áreas que requieren colaboración público-privada.
Incentivar y expandir las inversiones en investigación, innovación e invención, que pueden crear los mercados del mañana.
Incentivar a las empresas para que adopten la diversidad, la equidad y la inclusión para potenciar la creatividad.
De esta manera, los países podrían reactivar su economía y, al mismo tiempo, transformarlas. Contando así, con economías con entornos propicios para una visión de largo plazo, que apoyan la educación, las habilidades y el cuidado de sus ciudadanos, con mercados preparados para el futuro y resilientes, y con gran inversión en la innovación para el mañana.