El aumento en la violencia
política entre el 2017 y el 2018, es realmente preocupante. Según el Centro de
Recursos para el análisis del conflicto (CERAC) la violencia política es, todo
evento en el que ocurre un daño intencional causado contra individuos, grupos o
comunidades de personas, que tiene como finalidad afectar las preferencias
políticas, los niveles de representación o la toma de decisiones colectivas. En
resumidas, todo evento que atenta contra personas que están en la arena
política o siguen alguna corriente política.
Mientras que en enero del
2017, apenas fueron 7 muertes las que se dieron por violencia política, en
enero de 2018 se multiplicaron y fueron 27. Preocupante cifra ya que, si se
compara con la de los últimos 4 años, nunca había estado tan alta. Cabe recordar,
que la sociedad colombiana esperaba que los acuerdos de paz pusieran fin a la
violencia en Colombia. Sin embargo, el que haya habido 27 muertes en el primer
mes de 2018, demuestra que esto no ocurrió.
Ahora bien, es importante
hacer un análisis histórico sobre las principales víctimas de la violencia
política. De 2014 a 2017 se presentaron 378 casos. De esos casos, el 45% fue
contra organizaciones o líderes comunitarios, el 11% contra activistas o
militantes políticos y el 9% contra funcionarios públicos. No obstante, existe
un 26% de casos de violencia política en los que no se tiene información de la
víctima. El restante 9% se dio contra sindicalistas, periodistas, contra la
Fuerza Pública, personas en proceso de reincorporación y reclamantes de
tierras.
Igualmente, el género sigue
siendo un factor decisivo en la violencia política. En el 88,6% de los casos,
la víctima fue un hombre. Mientras que en el 11,4 de los casos, la víctima fue
una mujer. Finalmente, en el 2,46% de los casos la víctima fue un miembro de la
comunidad LGBTI.
El aumento de la violencia
política de 2014 a 2018, puede estar condicionada por múltiples factores. Sin
embargo, un factor decisivo es la reducción de hombres en las Fuerzas Armadas.
Entre el 2011 y 2012, se sumaron 40.000 hombres nuevos al ejército y 20.000 a
la policía. No obstante, con la firma de los acuerdos de paz, estos 60.000
hombres nuevos desaparecieron.
Esto ha hecho que el estado
haya dejado de tener presencia en ciertas zonas en donde los grupos terroristas
sí la tienen. Dichos grupos terroristas, como las disidencias de las F.A.R.C,
el EPL, el ELN, las Águilas Negras, entre otros, se han encargado de aumentar
la violencia política letal en los territorios. Por tanto, recuperar los 60.000
hombres en los que se redujeron las Fuerzas Armadas, es primordial si se quiere
recuperar zonas del territorio colombiano, que actualmente están dominadas por
grupos terroristas, y si se quiere disminuir la violencia política.