Es de vital importancia realizar una evaluación al programa contra la violencia sexual, “Viajemos Seguras”, implementado en ciudad de México. Y es que, la violencia sexual es uno de los crímenes que más preocupan a las personas y en especial a las mujeres en Latinoamérica. Colombia no es la excepción, por dicha razón, en su capital, Bogotá, hace 7 años se planteó la necesidad de implementar un programa similar al de “Viajemos Seguras”.
En últimas, el programa “Viajemos Seguras” consiste: por un lado, en la separación de vagones en el transporte público entre hombres y mujeres. Por otro lado, en la instalación de módulos de atención y denuncia para casos de abuso sexual. Finalmente en brindar capacitación a funcionarios en el sistema de transporte público y crear campañas de sensibilización a usuarios.
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¿Qué tanto sirve el programa?
No obstante, en Ciudad de México, se decidió evaluar el programa para conocer la verdadera incidencia del mismo en la disminución de la violencia sexual y el aumento en la seguridad ciudadana. Dicha evaluación, concluyó que que la probabilidad de ser víctimas de violencia sexual, al menos en el transporte público, se redujo en un 11%. No obstante, develó que la probabilidad de sufrir violencia física aumentó un 30%.
Por tanto, si bien “Viajemos Seguras” reduce significativamente la violencia sexual contra las mujeres, a su vez genera un nuevo problema de seguridad: la violencia física, tanto en hombres como en mujeres. Según la evaluación realizada, si no se toman otras medidas como la instalación de cámaras en los vagones, el implemento de más campañas de sensibilización y mejoras de los autobuses, el resultado podría acabar con un problema, pero traer uno nuevo.
¡Colombia debe tener en cuenta este tipo de evaluaciones, para mejorar sus políticas públicas en seguridad!
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