¿Qué sucede en las cárceles en Colombia? 51 personas fallecidas y 24 heridos, fue el resultado de un intento de motín y fuga en horas de la madrugada de hoy, en Tuluá. El hecho ocurrió sobre la 1AM, en el pabellón 8 de la cárcel de mediana seguridad, en donde están recluidas personas sindicadas de extorsión. Lo anterior, prende las alarmas para la urgente reforma carcelaria con la que el país hace muchos años está en deuda.
Si bien la mencionada prisión no tenía condiciones de hacinamiento, sí existía sobrepoblación en la misma. La historia de la cárcel de Tuluá es la que se repite en todos los municipios del país. Es común ver que, en los institutos penitenciarios, se vive en hacinamiento y la resocialización es apenas un sueño. Un sueño que se distancia de una realidad en donde más que un centro para reintegrar a delincuentes a la sociedad, se vive una universidad del crimen.
Encuentra más artículos sobre seguridad y justicia aquí
¿Cárceles en Colombia o universidades del crimen?
De hecho, según los datos del INPEC, la capacidad de las cárceles en Colombia para mayo de 2022, era de 81,175 reclusos. No obstante, la población carcelaria total para esa fecha, ascendía a 97,029 personas. Es decir, existe una sobrepoblación de 15,854 personas privadas de la libertad y un índice de hacinamiento del 19,5%.
Si nos fijamos en los números que manejan los establecimientos penitenciarios del orden nacional, la historia no es muy distinta. Por ejemplo, en Bogotá, la capacidad es de 31,063 internos, pero hoy en día hay 35,404 presos. Lo mismo sucede en Medellín, Bucaramanga, Barranquilla y Cali, en donde la sobrepoblación está entre 2,000 y 4,000 internos. La de mejor estado es la de Pereira, en donde hay capacidad para 10,981 internos y allí se encuentran 11,566 personas detenidas.
Pero la sobrepoblación no es la única preocupación. La tasa de reincidencia en Colombia es muy alta. Es así como a la fecha, se han presentado 22,739 casos de reincidencia. La mayoría de casos son personas que han estado en prisión intramural 74%. El restante porcentaje se divide entre 21% de personas con prisión domiciliaria y un 3% de quienes están bajo vigilancia.
La educación de los reclusos es otro tema que ha prendido las alarmas en el país. Si la cárcel es un centro de resocialización, los reclusos deberían estudiar y trabajar. No obstante, tan solo el 46,1% de los reclusos asiste a programas educativos. Lamentable situación.
Por tanto, para las cárceles en Colombia, se propone:
- Crear un modelo que rija los patrones de conducta y actuación de los presos. Ellos deben ser tratados con humanidad, pero con severidad, deben estar uniformados y obligados a trabajar todos los días, sin que esto sea un factor considerable para la reducción de sus penas. Teniendo en cuenta que la plata producto de su trabajo, va en parte a su manutención dentro de la cárcel en Colombia y en parte a un ahorro que le permita progresar una vez salga de la cárcel
- Construir cárceles adicionales a partir del modelo español de concesión carcelaria con tres tipos de estándares: seguridad, humanitario y de trabajo.
- Segmentar el esquema carcelario mucho mejor porque necesitaremos algunas de máxima seguridad, pero otras enfocadas en rehabilitación.
No olvides seguirnos en Twitter, Instagram, Facebook y Youtube