Según cifras de la Organización mundial de la salud, En el mundo una persona se suicida cada 40 segundos y 4 de 5 suicidas en el mundo son hombres. En Bogotá, las estadísticas del Sistema Integrado de Gestión distrital dicen que se suicida una persona cada 30 horas y al menos 8 personas al día, intentan quitarse la vida. La situación es crítica.
Cada vez son más los jóvenes que deciden interrumpir su vida. Las causas pueden ser diferentes, porque perdieron el año o el semestre y en la casa “Los van a matar”. Puede ser también por un desamor prematuro. O puede ser, simplemente por matoneo, debido a su orientación sexual, política y hasta religiosa.
En cuanto a la comunidad adulta, las decepciones amorosas son las mayores causantes del suicidio. Otras causas igualmente importantes son: las deudas, la depresión, soledad o el sentirse fracasado sin una solución a la vista.
La crisis del sector de la salud, permite que no se cuente con los recursos suficientes para apoyar iniciativas que prevengan el suicidio. Además, el proceso en la ley 100 dicta que se debe pedir una cita con un especialista en salud mental. Pero esto puede demorar demasiado y en este caso, las soluciones deben ser de carácter urgente.
Con esto, no estoy afirmando que todas las personas que intentan quitarse la vida, lo quieren hacer porque sufren de una enfermedad mental. Pero es importante recalcar que todos tenemos el derecho a recibir una atención psicológica, que nos invite a reflexionar sobre la vida y cambiar de decisión.
En países como Argentina existen leyes sobre el tema. Éstas, brindan más herramientas a los programas de apoyo psicológico para las personas que intentan suicidarse.
En Colombia el panorama es diferente. Pues leyes sobre el suicidio básicamente no las hay. Solamente la que castiga con 2 años de cárcel o más, a la persona que induzca al suicidio a otra.
Es por lo que, como ciudadanos debemos levantar la voz. Hacerle un llamado al ministerio de salud, a los congresistas e incluso al mismo presidente. Que tomen cartas en este asunto, que día tras día deja más víctimas.
Por lo tanto, invito a las personas que me están leyendo a que pongamos, Ante Todo a La vida. Que sumemos un granito de arena para mitigar esta situación. Identifiquemos en nuestro entorno a las personas con tendencias suicidas y ofrezcámosle nuestra ayuda. Si usted ha pensado en quitarse la vida, pues lo invito a que levante la mano y lo comente con otra persona, estoy seguro que alguien lo va a querer escuchar.
Bogotano, 23 Años. Estudiante de Negocios Internacionales con estudios en Participación ciudadana y políticas públicas. Co fundador de la organización Social “Pensamiento divergente”.