El día de ayer, Gabriel Camargo, se despachó en insultos contra las mujeres del Atlético Huila que ganaron la libertadores. Este señor, que hoy en día es presidente del Deportes Tolima, acusó a las jugadoras de alcohólicas. Y no contento con haberlas tildado de toma trago, afirmó que las jugadoras eran lesbianas.
Para empezar, Gabriel Camargo aseguró que las mujeres eran más toma trago que los hombres. Posteriormente, relacionó el tomar alcohol con el no ser rentables económicamente. ¿De dónde saca este tipo sus estadísticas? No presenta alguna evidencia científica para comprobar sus afirmaciones. Pero aún peor, todos sabemos que en el fútbol masculino hay miles de jugadores borrachos. Mientras que en el femenino no conocemos el primero caso. ¿Cómo puede entonces, atreverse a desprestigiar así a unas jugadoras que acaban de hacer historia en el fútbol femenino?
A renglón seguido, Camargo dijo que la liga de fútbol femenina es un “caldo de cultivo de lesbianismo”. Primero, que importa la tendencia sexual de las jugadoras, si al final están dejando el nombre del país en alto. Segundo, si fuera así, entonces el fútbol masculino también sería “caldo de cultivo “gay”. ¿Y si fuera así, que importa? Cada uno es libre de elegir su tendencia sexual y de seguro, un deporte no va generar un cambio de tendencia en las personas.
Esto más que un tema deportivo y económico, es un tema de machismo de Camargo. Hombre… el fútbol femenino nos dio en 2 años, lo que el masculino tardó 29 años en darnos: La copa libertadores. Así es, la liga de fútbol femenina en Colombia se creó a hace 2 años y ya celebramos una Libertadores. Qué sentido tiene entonces desprestigiar a unas mujeres que se pusieron la camiseta por el país y dejaron a Colombia en alto. Al contrario, deberíamos estar eternamente agradecidos por la hazaña cumplida.
En Ante Todo Colombia, rechazamos totalmente este tipo de declaraciones. Debemos entender de una vez por todas, que los colombianos merecemos las mismas oportunidades, sin importar nuestro género. Pues todos tenemos la capacidad de dejar el nombre de nuestro país en la cúspide mundial. Y en vez de andar humillando al fútbol femenino, apoyémoslo y sintámonos orgullosos de que las mujeres de este país, como siempre, dejaron nuestro nombre en alto.
Esperemos que Camargo reciba una sanción contundente. Y que quede claro, que la humillación y el desprestigio a nuestros deportistas, en Colombia no paga.