Aunque las cifras que se encuentran en el Ministerio de Defensa demuestran que en los últimos años la extorsión, el secuestro y los asesinatos han disminuido, las situaciones que pasan en el territorio colombiano, muestran que aún hay mucho por hacer en materia de seguridad. Los grupos delincuenciales y los grupos terroristas, siguen estando latentes en el campo y en las ciudades.
Distintos ejemplos ocurridos este fin de semana pueden demostrarlo. Para la muestra un botón, aunque el ELN haya dicho que tiene voluntad de paz y que descansarán de sus actos terroristas por esta semana santa, siguen siendo culpables del sufrimiento de los colombianos a diario.
Ayer, mientras el Batallón de
Operaciones Terrestres número 11 se encontraba desarrollando operaciones
militares en el Oleoducto de Caño Limón Coveñas, fue atacado por el Frente
Héctor del ELN. En el enfrentamiento, el ELN activó un artefacto explosivo que
terminó con la vida del Soldado Profesional Pablo Emilio Borja, quien cumplía
con su misión constitucional.
Por otro lado, la
Infraestructura Energética de los colombianos sigue siendo víctima de los
constantes atentados terroristas. Así, durante el día sábado, Ecopetrol informó
que el viernes en horas de la noche, fue detonada una carga explosiva en el
Oleoducto Trasandino, en Nariño. Según cifras de Ecopetrol, ya son más de 2000
atentados a la infraestructura energética del país en 19 años y van más de 15
atentados en los últimos 4 meses.
Finalmente, en una
Institución Educativa en la vereda La Pajosa, el ejército encontró 111
explosivos, que ponían en riesgo la seguridad de los 60 niños y niñas que
tomaban clases en este establecimiento educativo. Dicho establecimiento, servía
como sitio de refugio de los manifestantes de La Minga, lo que termina de
corroborar un secreto a voces: la minga estaba infiltrada por grupos
terroristas, que solo buscaban desestabilizar al país y atentar contra la vida
de los colombianos.
Es cierto, Nuestras Fuerzas
Armadas han logrado importantes avances en la desarticulación de los grupos
delincuenciales y terroristas del país. Por
ejemplo, la captura de 5 miembros del ELN en Bogotá y Casanare, que se lucraban
de las extorsiones y el envío de armamento a los distintos frentes del mismo grupo
terrorista.
No obstante, desde Ante Todo
Colombia consideramos necesaria la recuperación de los 30.000 miembros de las
Fuerzas Armadas, con los que dejamos de contar desde el 2016. Los colombianos
necesitamos el acompañamiento integral de nuestras Fuerzas Armadas, para acabar
con la inseguridad.