Las marchas del paro nacional hoy generaron caos, vandalismo y aumentarán los casos de Covid, todo por promover unas protestas que pudieron aplazarse. A pesar de múltiples advertencias de los principales líderes del país, el Paro Nacional programado para el 28 de abril, se realizó. A las advertencias se sumó una orden del Tribunal Superior de Cundinamarca en el que se ordenaba aplazar la marcha hasta tanto no se asegurara la bioseguridad de los participantes y de los ciudadanos. Pero los convocantes del paro hicieron caso omiso y desataron un caos en el país, que se verá representado en el aumento de casos por Covid-19, en los próximos días.
Y es que el país no vive una situación fácil. El tercer pico ha golpeado a los colombianos, llegando al récord de personas fallecidas por Covid-19 diarios y tasas de contagio exorbitantes. Por lo tanto, no se entiende cómo se pudo convocar a una marcha en donde las aglomeraciones fueron la regla y en donde ninguna medida de bioseguridad se cumplió.
El terror volvió en el paro nacional
Pero, además, el paro volvió a mostrar la fuerza de la delincuencia en el país. En distintas ciudades de Colombia se presentaron hechos vandálicos: quemaron buses, tumbaron estatuas, acabaron con la infraestructura pública y privada, amedrentaron a los ciudadanos, bloquearon las vías, atentaron contra nuestra Policía y saquearon establecimientos comerciales. Este tipo de actos no tienen justificación alguna y se alejan de cualquier petición de protesta, parecieran más bien ser células del crimen organizado que se dedican a desestabilizar y amenazar la democracia de nuestro país.
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La protesta siempre será un derecho de los colombianos, de eso no hay duda. No obstante, las mencionadas protestas no pueden terminar afectando los derechos de otros ciudadanos que por distintos motivos decidieron no salir a marchar.
Los líderes que hicieron caso omiso al Tribunal Superior de Cundinamarca y exhortaron a las personas a salir, deberían responder ante la justicia. Si no lo hacen, en su mente quedarán los destrozos que tendremos que pagar los colombianos de nuestros bolsillos. Además de las personas que terminarán falleciendo por cuenta de Covid-19, gracias a su infinita ambición de poder.
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