Suecia ha sido uno de los pocos países que ha decidido hacerle frente al Covid-19, con medidas innovadoras, pero inusuales, de aislamiento social, para prevenir la propagación del virus.
Los restaurantes siguen funcionando con mesas completamente alejadas la una de la otra, y en las barras de bebidas, la gente solo puede sentarse con un asiento de por medio. Además, cuentan con un servicio que permite a las personas pedir la comida desde sus carros, sin tener que tocar la calle. Muchos gimnasios también siguen abiertos, pero las personas deben estar alejadas con una maquina de por medio.
Igualmente, las escuelas de fútbol siguen abiertas, pues las autoridades han recomendado que los niños deben continuar haciendo deporte. Y aunque muchos colegios han comenzado a dar clases en línea, otros siguen funcionando normalmente, eso sí, sin dejar entrar a los padres al colegio, y con sitios especiales para dejar y recoger a los niños.
Las medidas de aislamiento social en Suecia parecen no ser convencionales y en principio poco efectivas. No obstante, los epidemiólogos suecos han afirmado que las medidas parecieran estar funcionando, siendo innovadoras en tiempos de Covid-19,, gracias a la confianza en sus ciudadanos.
Sin embargo, aún falta esperar hasta el fin de la pandemia, para saber si Suecia fue el país que logró encontrar el balance entre la curva de contagio y la curva de la recesión económica. Hasta hoy, Suecia tiene 15,322 casos confirmados y 1765 muertes.