Ayer cientos de miles de personas salieron a manifestarse pacíficamente en las calles de Colombia. Música, teatro, pancartas, coreografías, etc. adornaron las tardes de las ciudades colombianas. En últimas, todos tenían razones distintas para marchar y la mayoría lo hizo de la manera correcta: sin violencia. No hay que estar de acuerdo o en desacuerdo con las causas de la marcha, para felicitar a las personas que manifestaron de forma pacífica ayer.
No obstante, unos cuantos criminales se encargaron de
empañar las marchas con actos criminales, en contra de la ciudadanía, del
espacio público y de nuestras Fuerzas Armadas. En últimas, estos casos de
vandalismo fueron influenciados, en muchos casos, por algunos políticos
oportunistas que, a como de lugar, buscan satisfacer sus intereses
particulares, por encima de los colombianos.
Para empezar, desde tempranas horas de la mañana en
Suba, un grupo de desadaptados utilizó los contenedores de basura que están
ubicados en Bogotá, para formar barricadas y así, frenar el tráfico y atacar a
la policía. Todo esto, desencadenó una ola de disturbios que se extendió hasta
las 10 de la noche, y que dejó como saldo, algunos contenedores de basuras
incendiados y el portal de Transmilenio de Suba, completamente vandalizado y
saqueado
Igualmente, en la Plaza de Bolívar en Bogotá, las
polisombras fueron arrancadas del Palacio del Liévano y la barricada que
protegía el Congreso, fue derribada. De esta manera, los vándalos tuvieron
acceso hasta cierto punto de la Alcaldía y del Congreso, para seguir cometiendo
actos criminales.
En muchas otras ciudades, la situación fue aun peor. En
Cali y en Facatativá, los Alcaldes decretaron toque de queda, y ni así pudieron
contener los actos criminales que se extendieron durante todo el día. Por un
lado, en Cali los saqueos fueron la constante, en la mañana a establecimientos
comerciales y en la noche a conjuntos residenciales. Por otro lado, en
Facatativá, al menos, 1000 personas ingresaron a la Alcaldía y acabaron con
todo lo que se les pasó por el frente.
Es lamentable ver como por las redes sociales, algunos políticos, como el señor Gustavo Petro, incitaban a las personas a cometer este tipo de actos, y con discursos incendiarios, fomentaban el odio entre los colombianos. Este tipo de políticos son los que menos le convienen al país, no están pensando en otra cosa, más que en sus intereses personales, y buscan llegar de cualquier forma al poder.
Hoy ya es 22 de noviembre y las protestas, muchas de
ellas impulsadas por dichos políticos oportunistas, se siguen presentando en
Bogotá. Hoy, de nuevo, muchas avenidas amanecen bloqueadas, y las personas que
deben llegar a su trabajo, para sostener a sus familias, están sin forma de
hacerlo.
Protestar pacíficamente siempre será un derecho fundamental en una Democracia como Colombia. No obstante, la violencia jamás podrá justificarse como forma de protesta. Y los políticos hoy, deben ser los líderes de un pacto nacional que una a los colombianos, que le de un giro a la situación y, entre todos, comencemos a construir.
En ese sentido, tal y como lo dijo el ex Ministro de
Defensa, Juan Carlos Pinzón, es necesario que todos, unidos como un solo país, logremos
un acuerdo nacional que tenga en cuenta 5 puntos fundamentales: 1. Un plan de
generación de empleo. 2. Una estrategia integral que permite una lucha frontal
contra la corrupción. 3. Reformar la justicia, para acabar con la impunidad. 4.
Mejorar los acuerdos firmados en la Habana con las FARC. 5. Un rechazo
generalizado de todos los colombianos, al crimen y a la violencia.
¡Debemos unirnos como país y llegar a un acuerdo
nacional, que atienda las necesidades y peticiones de todos los colombianos!