A lo largo de estos años de pos-acuerdo, las distintas declaraciones de cabecillas FARC se han caracterizado por dos cosas, el cinismo y la polémica.
La nueva posición que ostentan –a nivel social y político – y los beneficios que les fueron otorgados, pareciera haberlos blindado de cualquier cosa, tanto así que no sienten temor al momento de negar todos y cada uno de los vejámenes que cometieron a través de los años. Un ejemplo de ello se presentó en días pasados, cuando cabecillas de las FARC declararon que no existían pruebas de que, en dicha organización criminal, se hubiese incurrido en el crimen de lesa humanidad de esclavitud.
La situación mencionada se desencadenó debido a que la Justicia Especial para la Paz – JEP – decidió reconocer un concepto emitido por la Procuraduría General de la Nación. En dicho comunicado se señalaba que las FARC habría incurrido en la esclavitud de los secuestrados. Este órgano de control documentó más de 70 casos en los que las víctimas fueron obligadas a llevar a cabo trabajos forzados. Durante la investigación también se pudo evidenciar lo siguiente:
La Procuraduría encontró un patrón de conducta en los relatos de las víctimas, que le permitió evidenciar que muchas personas fueron obligadas a transportar guerrilleros y a realizar actividades agrícolas como formas de castigo ilegítimo, entre otros. Asimismo, documentó varios casos en los que las víctimas fueron comercializadas entre la guerrilla y la delincuencia común, ejerciendo atributos de propiedad sobre las personas (Procuraduría General de la Nación, 2021).
Es conforme a lo anterior y a la investigación realizada por parte de la Procuraduría, que la JEP decide aceptar que las FARC sí incurrieron en el crimen de lesa humanidad de esclavitud.
Testimonios
Alguno de los testimonios que corrobora la investigación de la Procuraduría es el del General Mendieta, quien estuvo en cautiverio por casi 12 años. En sus declaraciones más recientes ha mencionado, que sí está de acuerdo con el pronunciamiento de la Procuraduría puesto que, en efecto, los secuestrados SÍ fueron esclavizados. El General Mendieta, comentó:
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Nos obligaron hacer trincheras para que, en los bombardeos, ellos se pudieran esconder. Nos obligaron a hacer huecos para la basura también y el chonto para que ellos hicieran sus necesidades fisiológicas y ahí se constituye el delito, porque nos amenazaban sino cumplíamos (Caracol Tunja, 2021).
Pero no solo los secuestrados, el General Mendieta también menciona como los menores reclutados eran utilizados para que cargaran leña y de no cumplir con dicha orden, serían fusilados.
Otro testimonio fue documentado en el año 2012. A través de la Fundación “Colombia soy yo” creada por Carlos Andrés Santiago, y junto al difunto periodista Herbin Hoyos – QEPD – se denunció que las FARC tendrían a civiles como esclavos. Durante algunos de los viajes y caravanas realizadas a lo largo del país, en las que se pedía la liberación de los secuestrados, tanto Santiago como Hoyos identificaron que:
A través de versiones de las propias familias y de desmovilizados, las Farc por no asesinarlos (a los secuestrados) lo que han hecho es ponerlos al servicio de ellos. Existe el caso de una señora que fue secuestrada y que se conoció en el Putumayo durante la caravana por la libertad a finales de noviembre del año pasado. Allí, la familia contó que a la mujer la obligaron a cocinar para ellos (La Vanguardia, 2012).
Negativa por parte de las FARC
A pesar de que existen pruebas documentadas y varios testimonios que afirman y certifican dicho actuar, los cabecillas de las FARC no tuvieron ningún problema en salir ante la opinión pública a negar y desmentir dichas declaraciones. A través de un documento dirigido a la JEP, los cabecillas de las FARC señalan que, “sería faltar a la verdad y quedar en deuda con la historia permitir que se imponga la narrativa de que las Farc-EP fue una organización esclavista” (Londoño, y otros, 2021).
Tal y como se mencionó al inicio, no es la primera vez que las declaraciones de cabecillas de las FARC resultan indignantes y humillantes. Solo hay que recordar declaraciones como por ejemplo la de Pastor Alape en el año 2020. En dicho pronunciamiento, este niega crímenes como la violación y reclutamiento de menores[1], aun cuando se estableció que al menos 18.677[2] niños y niñas fueron reclutados por las FARC. También, el cinismo con el que Sandra Ramírez dijo que los secuestrados en medio de su cautiverio tenían comodidades[3]. Lo anterior, desconociendo las imágenes de los campos de concentración – en donde tenían a los secuestrados – o de personas encadenadas que se han quedado en la memoria no solo de los colombianos, sino del mundo entero.
A partir de lo anterior se evidencia que el compromiso con la Verdad, la Justicia y la Reparación por parte de las FARC ha sido nulo. Las declaraciones de los cabecillas dejan en evidencia la constante burla y revictimización a la que han sometido a los ex secuestrados, menores reclutados, a las familias de cada una de las personas que se vio afectada por el accionar de las FARC.
Aunque digan que se “desmovilizaron” y quieran crear una imagen de hombres de paz, el tipo de declaraciones y actuar mencionado muestran que siguen siendo los mismos criminales inhumanos de siempre, solo que ahora se encuentran entre la sociedad civil.
[1] Ver: https://www.bluradio.com/judicial/ante-la-jep-pastor-alape-nego-violacion-de-ninas-fusilamiento-de-menores-y-abortos
[2] Ver: https://www.jep.gov.co/Sala-de-Prensa/Paginas/La-JEP-establece-que-al-menos-18.667-ni%C3%B1os-y-ni%C3%B1as-fueron-reclutados-por-las-Farc-EP.aspx#:~:text=086%E2%80%8B%E2%80%8B-,JEP%20establece%20que%20al%20menos%2018.677%20ni%C3%B1os%20y%20ni%C3%B1as%20fueron,EP%E2%80%8B%E2%80%8B%E2%80%8B%E2%80%8B&text=%2D%20La%20Sala%20defini%C3%B3%20tres%20hip%C3%B3tesis,tratos%20crueles%2C%20inhumanos%20o%20degradantes.
[3] Ver: https://www.elespectador.com/politica/secuestrados-tenian-sus-comodidades-sandra-ramirez/
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