Como una partida de ajedrez, grupos al margen de la ley y en especial con el que se acordó “terminación de conflicto armado, dejación de armas, no reclutamiento de menores y eliminación de negocios ilícitos” han movido sus fichas para llegar al poder por medio de las armas y el terrorismo. Con el infortunio para estos que han encontrado un país, una institucionalidad, fuerzas militares y de policía bien estructuradas obligándolos a tomar medidas como las negociaciones políticas. Sin embargo, es evidente que nuestra realidad sigue inmersa en hechos que violan los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.
Dando continuidad a dicha partida, las fichas se siguen moviendo de tal manera que la estabilidad jurídica y confianza en la misma sigue menguando en nuestro país. Los peones van cayendo mientras que reyes, reinas y hasta alfiles siguen atacando de manera diplomática la institucionalidad y directamente a víctimas y un pueblo en general que aún tiene la esperanza de verdad, justicia, reparación y medidas de no repetición.
Son evidentes las ambigüedades que se han presentado por parte de la jurisdicción especial y ordinaria frente al tratamiento y objetividad que se ha dado sobre el manejo de “reyes, reinas y alfiles”, los cuales al contar con un grado de “protección” hacen “doble jugada” (ejemplo de ello fugarse de la justicia) sin que víctimas y pueblo colombiano pueda ser escuchado.
Ambigüedades que juegan con la esperanza de un pueblo a la luz de la comunidad internacional, siendo estos, árbitros que tratan de moderar y hacer velar el cumplimiento de lo pactado entre las partes. En oportunidades se espera una intervención más objetiva cuando de víctimas se trata, quienes observan como el reloj de doble esfera contabiliza el tiempo (en este caso el cumplimiento) invertido por cada jugador al momento de pensar sus movimientos durante la partida. Es decir, el tiempo y la estrategia que se toma para la siguiente jugada. Pregunto… ¿Quién ha jugado e invertido más tiempo a favor de víctimas y cumplimiento de lo pactado?
Ahora bien, es inquietante la retórica que se trata de imponer en la partida a través de la estructuración de un discurso con un juego de palabras cuyo propósito es desequilibrar y desviar la verdadera atención y veracidad frente a los hechos que se investigan, lo cual no es plausible y mucho menos permisible para que se siga jugando con la esperanza de un pueblo que anhela verdad, justicia, reparación y medidas de no repetición. Cinco pilares ausentes en víctimas de reclutamiento y abuso sexual de menores durante esta oscura partida.
“Con el infortunio para estos que han encontrado un país, una institucionalidad, fuerzas militares y de policía bien estructuradas obligándolos a tomar medidas entre ellas negociaciones políticas”
Retórica y discursos que de manera irrespetuosa niegan la existencia de dicho delito pese a expedientes, testimonios y hechos que evidencian el arrebatamiento de la infancia, inocencia y en el peor de los casos la vida de menores, pues se escudan en dobles jugadas que poco a poco y con la aplicación del derecho estratégico han ganado “derechos” olvidando o mejor omitiendo sus deberes a lo acordado. Sin importar el tiempo que marque el reloj de doble esfera, como si no hubiese interés alguno sobre el desarrollo del juego o peor, aluden que dicho delito se presentó después de lo pactado tratando de buscar un jaque mate.
La invitación, y más que ello es un deber, es a que usted y yo apoyemos a estas personas, que hoy día siendo aún menores de edad o adultas y que infortunadamente viven con las secuelas de aquella jugada que “reyes, reinas o alfiles” ejecutaron para tratar de ganar la partida y tomar el poder, pues así afectaron de manera directa e irreparable sus derechos como niños y seres humanos sesgando la primera etapa de la vida y en especial la niñez. Por ello, debemos apoyar desde nuestros hogares contando la historia real a nuestras generaciones presentes y futuras, como aplicación del pilar de la verdad siendo la base para realizar una comparación a corto, mediano y largo plazo sobre el cumplimiento y obrar de las jurisdicciones.
Seguimos en pro de nuestra niñez y esta es la oportunidad para que además de exigirles a aquellos árbitros, exijamos también el cumplimiento de lo acordado a los jugadores y en la jurisdicción donde se lleve a cabo la partida. No más dobles jugadas ni aplicación del derecho estratégico (se toman el tiempo necesario a beneficio propio) y marquemos un nuevo rumbo de niños y niñas habitantes de zonas rurales siendo esta la más afectada por este flagelo. De esta manera, buscaremos impedir que una retórica y discurso sirva para evadir responsabilidades y nos robe la posibilidad de la verdad, justicia, reparación y medidas de no repetición y se siga Jugando con la Esperanza de un Pueblo.
Colombiano con idiosincrasia paisa y costeña – creyente en Dios. Abogado/Conciliador, Especialista en DD.HH y DIH (promotor y defensor). Inv. Judicial – consultor jurídico/político. Apasionado por ideas propias y ajenas generadoras de cambios positivos en la sociedad, niñez, educación, política, servicio social, medios de comunicación, FF.AA-PONAL y la construcción de un mejor país.
Estimado Doctor Manuel Quimbayo, felicitaciones por ese articulo tan bien planteado y real sobre una mesa de ajedrez., me gusto mucho su escrito y me llamo la atencion que lo hizo un escaso tiempo antes que alias timochenco se presentara en la JEP para negar la verdad sobre ese grupo terrorista en el reclutamiento obligatorio de menores, violencia secual y abortos etc. Es decir a escribir y compartir otro interesante articulo. Uns abrazo para un amigo y compañero de estudio.