El 2025 para Colombia ha sido un año de caos e incertidumbre, pues la desconexión del Gobierno Nacional con las necesidades del país han desatado una crisis. En los últimos días la Contraloría General de la República informó sobre el riesgo de desabastecimiento energético y aseguraron que es urgente tomar las medidas adecuadas para evitar un posible apagón.
Sin embargo, en noviembre de 2024 la entidad ya le había hecho la advertencia al ministro de Minas y Energía, ya que la prestación del servicio de energía eléctrica estaba en riesgo por el retraso en los pagos de alrededor de 2.5 billones de pesos a las empresas de energía eléctrica y gas.
Es preocupante que el Gobierno Nacional ponga en riesgo la seguridad energética del país, de acuerdo con la Contraloría hasta enero de 2025 la deuda asciende a los $3,4 billones y si no hace los pagos a las empresas prestadoras serán los colombianos quienes paguen las consecuencias de esto.
Ante este panorama, los estratos 1, 2 y 3 del país podrían sufrir un aumento en los costos de sus facturas de energía. Además, departamentos como el César están en riesgo de apagones, tal como sucedió a principios de año en Puerto Carreño que estuvo alrededor de 24 horas sin electricidad.
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¿Cómo evitar un posible desabastecimiento de energía?
Ante este panorama, es necesario que se tomen acciones urgentes frente al pago de esta deuda, porque de no hacerlo se pone en riesgo la seguridad y soberanía energética del país, así como también la inversión para el sector.
El sector energético requiere de acciones que ayuden a promover su sostenibilidad y que lo ayuden a fortalecer su camino hacia la transición energética. Por eso, se requiere de:
- Inversión en fuentes de energía renovable no convencionales, como la solar, eólica, biomasa y geotérmica, para diversificar las fuentes de energía.
- Modernizar y ampliar la infraestructura eléctrica para asegurar que la energía generada llegue a las zonas más alejadas de manera confiable.
- Aprovechar los sistemas de monitoreo climático para prever eventos extremos y tomar medidas preventivas, como la optimización de los recursos hídricos disponibles y la planificación de la generación a partir de otras fuentes.
- Desarrollar marcos regulatorios claros que fomenten la inversión en energías renovables y la innovación tecnológica.
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