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¡Seguridad urbana, rural y nacional!

El cambio en las exigencias de un Estado que estaba volcado a resolver el conflicto interno y que ahora enfrenta, además, crecientes retos de carácter transnacional e internacional, debe producirse a través de una transición. Es un periodo híbrido, que combina elementos de los dos escenarios: un conflicto interno cesante y un nuevo contexto,  de amenazas internas y externas, que demandarán nuevas capacidades de nuestra Fuerza Pública.

En Ante Todo Colombia somos conscientes de lo importante que es para los colombianos nuestra seguridad. Por tanto, el presente documento condensa las principales propuestas para que todos los ciudadanos puedan sentirse menos vulnerables y vivir en un lugar sano, tranquilo, armonioso, donde los niños puedan caminar o andar en bicicleta sin riesgos latentes.

En cuanto a la seguridad urbana, se deben realizar inversiones necesarias en equipos, cámaras, centros de procesamiento y análisis de datos; así como en software, aplicaciones y desarrollos que acerquen más a la ciudadanía y a las instituciones que gestionan la seguridad. La tecnología es una herramienta fundamental para el éxito de una gestión, que abarca desde la recepción de información y denuncias, pasando por la distribución del pie de fuerza y las capacidades, hasta la administración efectiva de la justicia.

Igualmente, proponemos diseñar una política de familias, niñez, juventud y mujer, que reúna en una sola intervención institucional las acciones necesarias en educación, salud pública, empleo y justicia. También, se debe brindar mayor protección a estos grupos poblacionales con unidades policiales especializadas.

Así mismo, consideramos necesario crear Fuerzas de Tarea contra el Crimen. El profesionalismo de la Policía Nacional le permite desarrollar planes de intervención localizados con el fin de desmantelar estructuras criminales. Paralelo al esfuerzo de jurisdicciones territoriales de la PONAL, se deben tener desplegadas Fuerzas de Tarea enfocadas en objetivos de alto valor, con planes estructurados de investigación, ocupación del espacio, judicialización y extinción de dominio contra estructuras del crimen. Esto debe hacerse en coordinación con las autoridades locales.

En cuanto a la seguridad rural, se debe crear un cuerpo de guardia rural. El personal de la Guardia Rural debe contar con las capacidades para la prestación del servicio de seguridad rural, pero también con capacidades técnicas para labores agropecuarias básicas, con el fin de asistir a las comunidades del campo. Para la integración de este nuevo cuerpo de seguridad, debe tener prelación la procedencia de zonas rurales del personal que la conformará.

De la misma manera, los ingenieros militares deben ejecutar una labor amplia y permanente en la construcción de infraestructura crítica para el desarrollo económico y social de territorios rurales, que por sus condiciones geográficas presentan dificultades en materia de contratación con empresas privadas. Estos ingenieros militares deben volverse un motor para generar progreso en las zonas rurales.

De igual forma, debemos aprovechar las capacidades desarrolladas por la Fuerza Aérea en la construcción de pistas de aterrizaje, para dirigir las actividades necesarias para la construcción de pistas con estándares internacionales. Éstas, lograrán conectar comunidades con capitales y otros centros de desarrollo nacional, para impulsar economías locales y regionales.

En cuanto a la seguridad nacional, consideramos que Las Fuerzas Militares deben ser equipadas para disuadir y responder de manera contundente y oportuna a cualquier actor externo que pretenda violar la soberanía de nuestro territorio nacional.

Igualmente, Se deben fortalecer las capacidades de la Armada Nacional relacionadas con la investigación oceanográfica. Nuestros mares y océanos constituyen uno de nuestros activos más importantes y por eso debemos preservarlos, protegerlos y utilizarlos de la mejor manera.

Finalmente, proponemos crear unidades especializadas para ofrecer seguridad en zonas de fronteras vulnerables. Estas unidades deben controlar los fenómenos de migración ilegal, el tráfico de drogas, armas, contrabando y demás crímenes que afectan negativamente a las regiones fronterizas.

Los colombianos merecemos vivir sabiendo que el Estado garantiza el control sobre todo el territorio nacional, la seguridad de sus recursos naturales y la protección de los derechos de todos sus ciudadanos. También es responsabilidad del Estado disuadir cualquier agresión externa y repelerla de forma decisiva en caso de que llegue a producirse. Finalmente, debemos tener la certeza de que las leyes se cumplen, que todo aquel que delinque asume las consecuencias.