Los colombianos escuchamos a diario que nuestros políticos sembrarán un millón de árboles, reforestarán el país y la calidad del aíre mejorará en todas las ciudades. Seguramente unos cumplirán, otros no. Lo cierto es que hoy existen unos drones especializados de una compañía británica, que esparcen semillas germinadas y con nutrientes, en zonas deforestadas donde se pueden plantar árboles.
El proceso no es nada difícil, para empezar, mediante
imágenes satelitales e información recolectada por drones, identifican los
sitios en donde se puede plantar. Luego, los drones vuelan hacia esos sitios,
con las semillas que se utilizarán. Una vez en el sitio, los drones usan aíre
presurizado para lanzar las semillas y sembrarlas en la tierra. Finalmente, se
riega agua en el sitio para que la semillas empiecen a crecer.
¡Los beneficios son incalculables! Se necesitan 800
drones operados por 400 equipos y se logran plantar 10 billones de árboles
anualmente. Además, se plantan 120 semillas por minuto, lo que hace que el
proceso de plantación sea 150 veces más rápido que el proceso manual y 10 veces
más barato
¡Valdría la
pena reforestar a Colombia! ¡Valdría la pena que Colombia se montará al tren de
la cuarta revolución industrial, para dejarles un país mejor a las futuras
generaciones!