Sobre el Paro Armado del “Clan del Golfo” y la necesidad de fortalecer nuestras FFAA. Alias “Otoniel”, principal cabecilla del grupo terrorista “Clan del Golfo”, fue capturado hace unos meses por las autoridades colombianas. Debido a sus cuentas pendientes con la justicia norteamericana, Estados Unidos lo pidió en extradición. Luego de múltiples trabas judiciales, finalmente se logró trasladar a alias “Otoniel” a los Estados Unidos, para que allá responda por sus delitos.
La decisión no pudo ser más acertada. Las cárceles, y la justicia, en el país norteamericano, cuentan con un sistema infalible, en donde no se dan prebendas a quienes han cometido algún tipo de delito. Los delitos de alias “Otoniel” pasan por abusos sexuales, asesinatos, narcotráfico, entre otros. Por tanto, mantenerlo en Colombia podría ser un riesgo para que se escapara, para recibir todo tipo de beneficios en su sitio de reclusión, y no para que pagara realmente por el daño que hizo, lo que sí sucederá en el norte del continente.
Algunas voces incautas afirmaron que a “Otoniel” lo extraditaban, para que no hablara sobre lo que sabía. Sin embargo, los años han demostrado que la búsqueda de la verdad llega más rápido allá, que en Colombia. Por ende, el argumento carece de validez y pareciera ser solo una estrategia para lograr dejar a “Otoniel” en Colombia, en beneficio del criminal.
Paro Armado del Clan del Golfo
Luego de la extradición del cabecilla criminal mencionado, el “Clan del Golfo”, organización que era comandada por “Otoniel”, inició un paro armado a nivel nacional. Con acciones terroristas en contra de los colombianos, lograron devolvernos por algunas horas al país que éramos a finales del siglo XX. En aquel entonces, la seguridad nacional se veía seriamente amenazada por los grupos terroristas y estábamos considerados como un estado fallido, al nivel de Somalia.
Según INDEPAZ, el paro armado del “Clan del Golfo”, entre el 5-8 de mayo, se vivió en 11 departamentos y 90 municipios del país. La situación más crítica se presentó en el norte de Colombia, en Bolívar, Sucre, Magdalena, Atlántico, Cesar, La Guajira, Córdoba y Antioquia. Mientras que, en Chocó, Norte de Santander y Santander, los casos de violencia fueron menos, pero con un alto impacto de terror en la población.
En total fueron 176 acciones terroristas las que se presentaron durante el paro armado del “Clan del Golfo”. 14 personas fueron asesinadas, 4 comerciantes atacados y 80 vehículos quemados. El departamento más afectado, fue Antioquia, con 76 acciones terroristas.
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Lecciones que quedan
El paro Armado del “Clan del Golfo” deja varias lecciones para el país que deben ser tomadas en cuenta en el futuro. En primer lugar, los cabecillas de los grupos criminales, temen ir a pagar condenas en los Estados Unidos, lo que hace necesario continuar con la extradición, pues a un criminal de este calibre, se le debe aplicar todo el peso de la justicia.
Igualmente, el debilitamiento de las Fuerzas Armadas luego del Acuerdo de La Habana, ha jugado un papel crucial para que el estado haya perdido terreno frente al terrorismo. Luego del 2016, se dejó de contar con la estrategia que más frutos había dado frente a los cultivos ilícitos. Según la UNODC, en el 2013, llegamos a unos mínimos históricos por debajo de las 50,000 hectáreas de cultivos de coca, en el 2020 la cifra ascendió a más de 140,000 hectáreas. Sin duda alguna, el narcotráfico es el principal motor de los grupos criminales, por lo que no extraña ver su fortalecimiento en relación directa con el aumento de cultivos ilícitos.
Finalmente, según el Banco Mundial, el gasto militar se redujo. En el 2013, el gasto militar fue de 12,504 millones de dólares, mientras que en el 2016 fue de apenas 8,676 millones de dólares. Lo anterior, hace inviable que nuestras Fuerzas Armadas puedan entrenarse de la mejor manera y con tecnología de punta, para combatir la criminalidad. De igual forma, lo anterior llevó a una reducción en el pie de Fuerza de nuestras FFAA.
El paro armado del “Clan del Golfo”, nos permite ver la necesidad de retomar estrategias efectivas contra los cultivos ilícitos, fortalecer la justicia y dotar de herramientas de punta a nuestros soldados, que día tras día, se enfrentan al terrorismo.
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