Aunque Venezuela era uno de los países más prósperos de América Latina, hoy es uno de los países con más pobreza en el mundo. En el año 2002, la población en situación de pobreza era del 51,7%, para el 2019 fue del 96,2%. En 1990, La tasa de homicidios por 100 mil habitantes era de 12,5, en el 2019 fue de 60,3. En cuanto a la libertad de prensa, para el 2002 Venezuela ocupaba el lugar 77 de 139 países estudiados, en el 2019 pasó a ocupar el puesto 148 de 179 países estudiados. Finalmente, la inflación pasó del 12,3% en el 2002, a 9585,5% en el 2019.
La llegada de Hugo Chávez al poder fue un nefasto punto de quiebre para Venezuela. Como todo líder populista, llegó al poder con mentiras. Prometía cambiar el país, que estaba sumido en escándalos de corrupción, una extrema polarización y brotes de desigualdad. Según Chávez, él regeneraría la política y lograría la tan anhelada justicia social.
Sin experiencia alguna y tras un intento de golpe de estado en 1992, Chávez, luego de ser absuelto en el ‘94, se convierte en presidente de Venezuela en 1998. Aprovechó la desconfianza de los venezolanos frente a las instituciones y a los líderes políticos, para presentarse como la solución a todos los problemas.
Un Chávez salvador, con un discurso llamativo, pero irreal, así convenció a millones de venezolanos. Y como sucede con los líderes populistas que promulgan el socialismo del siglo XXI, la cura fue peor que la enfermedad. Lastimosamente los venezolanos no fueron capaces de ver que lo que prometía Chávez era el camino directo a la pobreza.
Su Gobierno sentó las bases para el desastre en el que hoy se encuentra Venezuela. Chávez, junto a sus secuaces, entre esos el hoy dictador Nicolás Maduro, otro sin experiencia, jugaron con las ilusiones de los venezolanos, se aprovecharon de la crítica situación política y social que vivía el país, para enriquecerse y convertirse en los nuevos burgueses, a costa de las libertades y el pan de sus ciudadanos.
Hoy Venezuela es un país pobre, inestable, corrupto, con un dictador que respalda las economías ilegales, y está aliado con grupos terroristas como el ELN y las FARC. La población está muriendo de hambre, y las libertades ya no existen. Venezuela, pasó de ser un paraíso a un infierno en tan solo 20 años.
En Colombia sabemos quiénes son los que promulgan un discurso similar al chavista. Es más, hablan incluso del socialismo del siglo XXI, prometen justicia social e invitan a la desobediencia civil. Son el mismo modelo, el mismo tipo de líderes, y los colombianos debemos cuidarnos de no caer en esos discursos populistas, que podrían llevar a Colombia a estar en 20 años o menos al igual que el vecino país.