Un ojo a la realidad
El constante debate emocional de la política, desvía el debate social a crear marcos psicológicos que obligan a regir la institucionalidad entre el odio y el miedo. Se han creado escenarios de debate en donde gana quien mejor despierte las emociones del ciudadano, y quien haya sacado el mayor rédito de la carencia de necesidades básicas. El nubarrón político ha generado un desapego generalizado de los dirigentes con la ciudadanía.…